Celebremos los 20 años de Sex and the City

El pasado 6 de junio se celebraron los 20 años del estreno, en 1998, de la serie de televisión que mostró el otro lado del universo femenino: Sex and the City.

La serie comenzaba con una frase que era una declaración de intenciones y que frustraba los cuentos de hadas:

“Bienvenidos a la era sin inocencia. Nadie desayuna en Tiffany´s, y nadie tiene affairs para recordar. En su lugar desayunamos a las 7.30 de la mañana y tratamos de olvidar nuestros affairs lo más rápido posible”.

¿Pueden las mujeres tener sexo igual que los hombres? Este fue el tema del primer episodio y a partir de ahí le siguieron muchas otras en los que se mostraba a cuatro mujeres de treinta y tantos años de edad que se salían del prototipo que se había mostrado en TV hasta esa época.

Amigas que se divertían tomando cosmopolitans, probaban vibradores y cenaban siempre en restaurantes reales y diferentes acabó cautivando a toda una generación a la que nadie le había contado de verdad qué pasaba por la mente y por la cama de las mujeres.

Todos recordamos a los personajes principales de la serie: 4 amigas: Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw), Cynthia Nixon (Miranda Hobbes), Kim Cattrall (Samantha Jones) y Kristin Davis (Charlotte York). También figuraba con mucha importancia en la trama Chris Noth el famoso MrBig,  el huidizo gran amor de Carrie.

El proyecto fue posible gracias a la escritora Candace Bushnell, cuya columna titulada «Sex and the City» en el periódico New York Observer inspiró la historia. En ella escribía sobre el sexo y la vida de su álter ego Carrie Bradshaw, junto a sus tres amigas en Manhattan.

Las anécdotas fueron publicadas en 1996 en forma de libro y allí nació la idea de Darren Star, productor de la serie, de adaptar sus páginas a la pantalla chica.

Sus seis temporadas y dos películas, sus siete premios Emmy y ocho Goden Globe hicieron que la ficción se perpetuara en el tiempo y se convirtiera en una de las 100 mejores series de todos los tiempos, según la revista Time.

Desde un principio, la idea fue filmar en varios lugares de Nueva York como museos, restaurantes, calles y locales de ropa, ya que la ciudad era igual de importante que sus protagonistas. Estos lugares se convirtieron en sitios de peregrinaje turístico para sus admiradores. El más visitado por los fans y turistas curiosos es la casa de Carrie, cuyas icónicas escaleras pisó cientos de veces con sus amados «Manolos», como apodaba cariñosamente a los zapatos diseñados por Manolo Blahnik. Otros lugares importantes son el local de magdalenas Magnolia, ubicado en el West Village, Monkey Bar, ubicado en la 54th y Madison Avenue; Da Marino Restaurant, en la 220 West 49thy; Blue Water Grill, 31 Union Square; The Boat House, East 72nd Street and Park Drive North, entre otros.

Lo mismo sucedió con la moda. Firmas de lujo como Fendi, Versace, Dolce&Gabbana, Prada, Gucci y hasta Chanel se pelearon por aparecer en la serie. Todo lo que sus protagonistas usaban, se agotaba inmediatamente en las tiendas de la Gran Manzana, incluyendo los zapatos de las firmas Louboutin, Manolo Blahnik y Jimmy Choo. El outfit más caro de la serie fue diseñado por Atelier Versace. El increíble vestigo gris que Carrie llevaba mientras esperaba a Petrovsky en París costó US$80.000 y fue, sin duda, uno de los más íconicos de la serie.

Algunos momentos más impactantes de Sex and the City que no se podrán olvidar son: cuando Carrie se cae en la pasarela, La cachetada que el ruso le dio a Carrie, Samantha teniendo sexo con un bombero, cuando Harry se acuesta con Charlotte, cuando Miranda le propone matrimonio a Steve, la pelea de barro entre Aidan y Mr. Big y la boda frustrada de Carrie y Mr.Big.

 

Antonio Vasco
Comunicador - Locutor - Diseñador Gráfico
TendencyBook