Alfred Hitchcock el padre del suspenso y un icono de la cultura pop

Hitchcock

Figura indiscutible del cine de misterio y de intriga, la capacidad del cineasta Alfred Hitchcock para aplicar recursos narrativos innovadores al servicio del suspenso tuvo una importancia fundamental para el desarrollo del lenguaje cinematográfico moderno. Sir Alfred Joseph Hitchcock nació Leytonstone, Londres (Inglaterra), el 13 de agosto de 1899 y murió en Bel Air, Los Ángeles (EE. UU.), el 29 de abril de 1980.

Vino de una familia humilde y apostó por el cine en una época donde muy pocos se atrevían. Hoy en día es recordado como uno de los mejores cineastas de su tiempo y el mejor contador de historias de suspenso. Sus películas se han convertido en referencia para muchos y en iconos de la cultura pop.

Este cineasta inglés fue de esos artistas que se convirtió en su propia obra, creándose una imagen popular que ayudaría al éxito de sus películas. Un genio que supo combinar la experimentación y la personalidad con las más altas cuotas de popularidad y éxito comercial.

El éxito como director llegó en 1934 con la película «El hombre que sabía demasiado«. La estética mostrada por Hitchcock llamó la atención de los críticos de cine y de los académicos que veían en el director un genio del arte cinematográfico. De esta manera, Hollywood le abrió las puertas, a partir de este momento y durante las tres décadas siguientes, dirigió películas en Hollywood siendo considerado un maestro, hasta hoy en día.

«La sospecha«, protagonizada por Cary Grant, dirigida por Alfred Hitchcock, que siempre procuraba escoger para sus películas actores y actrices ya conocidos por alguna faceta, ya fuera la de la sensualidad, la simpatía o la seducción, pensando que así el papel quedaba más fácilmente definido desde el principio, una de esas actrices fue la legendaria princesa de Mónaco, Grace Kelly. Otro de sus grandes actores fetiche sería James Stewart, con quien coincidió por primera vez en «La soga» en 1948.

En 1944 creó su propia productora junto con Sidney Berstein, la Transatlantic Pictures. Ese mismo año comenzó a trabajar con la tres veces ganadora del Oscar, Ingrid Bergman (1915-1982), la primera rubia “hitchcockiana”, por la que sentía fascinación, Bergman era la chica “Hitchcock”, la estrella de sus películas. Rodó «Encadenados» (1946), protagonizada con Cary Grant (1904-1986).

Según el propio Hitchcock, prefería protagonistas rubias porque las consideraba más misteriosas. Junto con Ingrid Bergman y Gregory Peck (1916-2003) rueda «Spellbound«, una película sobre el psicoanálisis, cuyo detalle más importante es la colaboración de Salvador Dalí, que diseñó y elaboró los decorados de la escena del sueño. Esta película consagró la estética de Hitchcock como uno de los maestros del suspenso psicológico.

Por estos detalles el mundo del cine ama a Hitchcock, que dedicó su vida útil a hacer de los pequeños detalles, cosas indispensables para la evolución del cine. Este creador estuvo siempre sin duda adelantado a su propia época que siempre aplaudió y admiró su trabajo.

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