El avión eléctrico que podríamos ver pronto, Alice

Alice

Durante décadas vivimos la experiencia de los trenes eléctricos. A eso se le fueron sumando los autos, luego motos, scooters, patinetas, bicicletas. Ahora, el mundo y la tendencia de lo eléctrico, se preparan para dar la bienvenida al nuevo integrante del grupo, los aviones. Esto de la mano de Eviation Aircraft, con su avión Alice.

La compañía de aviones eléctricos, Eviation Aircraft Ltd, recientemente acaba de firmar con su primer cliente. También predicen que en pocos años su tecnología será tan demandada, que no podrán darse abasto con la cantidad de pedidos.

El avión de esta empresa es solamente uno entre gran cantidad de modelos, que se encuentran en etapa de diseño. Tiene una capacidad para nueve pasajeros y un alcance de 1.000 kilómetros con una sola carga. Estas características, sin lugar a dudas, podrían darle serias ventajas a la empresa en un mercado como el de pasajeros.

El fundador del desarrollador, que es de nacionalidad israelí, confirmó que el cliente del que habla la empresa es la aerolínea regional estadounidense, Cape Air. «Acordó comprar un número de aviones de dos dígitos», dijo. Esta aerolínea opera alrededor de unos 88 turbohélices Cessna en rutas domésticas.

La economía del aire

Eviation hace alarde de la rentabilidad de su aeronave. Los costos de funcionamiento del avión serán considerablemente menores en comparación a uno de turbohélice. Por ejemplo, el costo del Alice será alrededor de USD $200 por hora de vuelo, mientras que para un turbohélice este monto ronda los USD $1.000 por hora.

Aunque siendo más lento que los aviones comerciales, Alice apunta a un mercado donde esto no tiene gran importancia. El Alice tiene una velocidad de crucero de 240 nudos (440 kilómetros por hora), casi la mitad de los modernos aviones comerciales. Lo positivo es que su velocidad está muy cerca de su real competencia, que son los modelos de turbohélices.

La empresa conoce las debilidades y fortalezas de su producto y, por lo tanto, pretende el mercado de vuelos diarios cortos como París a Toulouse, Oslo a Trondheim en Noruega o San José hasta San Diego.

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