Serendipia es una palabra que cada día se nos está haciendo más frecuente oír, pero a lo mejor no sabemos cuál es el significado real de la misma.
En términos claros: «una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales, se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente».
En menos palabras, serendipia son «casualidades felices» y demás sorpresas agradables. Aunque a veces no lo parezca, este tipo de sucesos ocurren con frecuencia sino basta con ver cómo la ciencia en su proceso de buscar una cosa termina consiguiendo otra que cambia el curso de la historia.
Diferencia entre serendipia, destino o casualidad
Una casualidad es un conjunto de circunstancias o hechos que ocurren de manera inesperada, pero no necesariamente tiene que ser un «encuentro feliz», es decir que es un evento que se produce cuando dos o más cosas ocurren a la vez sin que estuviera previsto.
Mientras que el destino es un concepto filosófico y existencial mucho más solemne, se fundamenta en la creencia de que todo sucede en la vida de manera inexorable y de acuerdo a una especie de «plan divino» en el que no tenemos alguna intervención y su desarrollo es desconocido por nosotros.
¿Cómo influye la serendipia en nuestra vida?
Todo depende de cómo valoremos lo que encontremos en la vida, además de la capacidad de reconocer estos hallazgos sin que nos pasen inadvertidos. Si lo enfocamos desde un punto de vista emocional, nos sirve para tener presente que en la vida suceden cosas inesperadas para bien, por lo que es un recuerdo de que no controlamos todo en la vida, pero que está siempre dispuesta a sorprendernos.