Autoestima vestida de desnudez

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En la industria de tallas grandes se ha caído en el grave, gravísimo error de confundir autoestima con vulgaridad, desparpajo y desnudez. La mezcla de ideologías, la necesidad de reconocimiento, baja autoestima y “likes” ha sido una mezcla francamente explosiva y no para bien precisamente.

Y no critico a quien quiera desnudarse, no soy quien, no soy nadie. Cada quien es dueño de exponerse como desee, sin embargo esto lejos de ser una bandera bonita de amor propio, se ha terminado convirtiendo en un catálogo de soft porn que cada día pierde más su norte, el respeto y que lejos de “empoderar” –palabra súper manoseada que aborrezco- le resta poder a las mujeres, que por la medida baja, la industria de la pornografía está comerciando con sus cuerpos en portales de la misma, sin autorización de estas, un desenlace poco menos que fatal.

Preocupada por este tema, siempre trato de tocarlo en mis plataformas con los psicólogos que forman parte de mi equipo de trabajo. Y la verdad debo decir que la primera vez que hablamos del tema me impactó el alcance y profundidad que tiene este tópico que muchos resumen en mero pudor y decencia. Explican los especialistas en salud mental y emocional, que lejos de demostrar autoestima alta y sana, las personas que han hecho uso del desnudo y lo perpetúan, carecen de autoestima y su necesidad de reconocimiento es crítica.

No es un secreto para nadie y está así comprobado, el adictivo poder de la viralidad los números de seguidores y los ”likes” en redes sociales que constituye para muchos alimento para el ego lejos de para el alma. Y es aquí donde viene el problema en la industria de tallas grandes.

Se confundió un movimiento (el body positive, que ya bastante manoseado y distorsionado está) con tener propuestas de moda para todas las tallas, entonces nos encontramos con exabruptos como “somos una marca body positive” cuando algo así simplemente no existe. Horrores lingüísticos de quienes claramente no conocen su mercado. Y como contraparte, gente que pide opciones para vestir pero que acude al desnudo para llamar la atención constantemente, lejos de promocionar propuestas que paulatinamente van emergiendo.

La industria de la moda de tallas grandes en Latinoamérica ha sido en cuestión durísima de crear y edificar, porque de base no hay educación en muchos temas como marketing, derechos de autor, derecho de la moda, entre otros, y el poder hacer conversatorios, semanas de la moda y afines con marcas que ni registradas están, o que echan mano del plagio constantemente a la hora de generar sus propuestas, se hace prácticamente imposible.

Si a eso sumamos las diferentes problemáticas socio-políticas de cada país, las limitaciones personales y la larga lista de posibles escenarios, pues es de aplaudir cuando se hacen esfuerzos por crear opciones.

Hay algunos tópicos que ponderar aquí, sin embargo, el gran debate que se abrió hace algunos años en Estados Unidos y que me atrevo a traerlo a Latinoamérica, es la ausente coherencia en nuestra industria, que por más que la busco, no la encuentro.

El mundo de la moda está pasando por un momento quizá no tan próspero –en todos los ámbitos- entre ausencias, escándalos sexuales, movidas de poder y la pandemia ha sincerado y aflorado muchos aspectos de esta industria. Entonces bien valdría la pena que a modo de reflexión muchos nos preguntemos si estamos haciendo suficiente por la industria de la moda de tallas grandes; y no, buscar cómo sacarle dinero con fast fashion y cosas de mala calidad no es una opción.

Preguntarnos si de verdad tenemos una autoestima sana con tanto desnudo innecesario, y dejar tanta queja estéril que nada ha aportado a la conversación. Por suerte, historias de gente que dejó la comodidad y el victimismo atrás empiezan a escucharse. Porque los cambios se generan haciéndolos, no llorándolos.

Para tener una industria profesional y de altura, debemos serlo nosotros también.

¡Hasta la próxima!

Jennifer Barreto-Leyva
1st. Latina + size model, Beauty Queen & Size advocate worldwide | TV/radio host | Editor in Chief of @BellezaXL |Celebrity blogger in Huffington Post
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