El ayuno como herramienta espiritual: ¿Lo has probado?

ayuno

La palabra ayuno ha estado muy en boga estos últimos meses debido a que se ha convertido en una suerte de dieta milagro para perder esos kilos de más, pero no siempre fue una herramienta enfocada a eso. El ayuno es una práctica muy utilizada por diferentes religiones incluidos el cristianismo y el budismo como una herramienta espiritual.

El ayuno para los cristianos es una manera de mostrar obediencia, amor e incluso sumisión a Dios. No guarda ningún motivo “egoísta» ya que es un acto de humildad y sacrificio. En las escrituras de Antiguo Testamento se habla que el único día obligatorio de ayuno es el Día de la Expiación, que va combinado con un día de reposo pero hoy en día no se considera una imposición sino una herramienta voluntaria para fortalecer el camino a la fe.

Para ellos el ayuno puede ser de 24 horas en las que solo se mantienen hidratados con agua y se dedican a orar, otros optan por ayunos más livianos, en los cuales se imponen un número determinado de horas, o solo comen frutas. De esta manera depuran alma y espíritu.

Por otra parte, el ayuno realizado por el Budismo Zen tiene que ver con cuidarse de caer en los excesos porque esto nos hace daño a nosotros y posiblemente a los demás. Siguiendo la enseñanza de Dhutang, Renunciación dejadas por Buda y registrada por Canon Pali, guardan una serie de trece prácticas ascéticas en las que se cultiva la disciplina y el autocontrol.

Todos los monjes deben observarlas y llevarlas a la práctica pero no son de carácter obligatorio para la comunidad en general. De estas trece prácticas, cuatro involucran disciplina con alimentos.

  • Comer solo una vez al día, antes de mediodía.
  • Comer en una sola sentada.
  • Comer cantidad moderada y suficiente.
  • Comer solo los alimentos recibidos en las primeras siete casas de la jornada de mendigar (en el caso de los monjes).

En el Islam también practican el ayuno del Ramadán, esta práctica consiste en ayunar 20 horas durante un periodo de 30 días. Los días más difíciles suelen ser los tres primeros ya que el cuerpo no ha entrado en “estado de ayuno” hasta ocho horas después de la última comida, así que el cuerpo va atravesando etapas.

Los musulmanes practican el ramadán por ser un mes sagrado, que coincide con el momento en que Mahoma recibe su primera revelación del Corán, el libro sagrado del Islam. Los creyentes consideran que su sacrificio les permite acercarse más a Alá.

Como ven, esta práctica tan popular entre los que buscan salud y verse bien también puede se una herramienta que nos acerque más a nuestro rincón espiritual. ¿Te animas a intentarlo?

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
TendencyBook