Existen pequeños hábitos que podemos aplicar en nuestro día a día y es que mantener una actitud positiva depende de nosotros pero la verdad no siempre es fácil. Las afirmaciones positivas son una herramienta sencilla y eficaz para ello. Te explicamos en qué consisten.
Partiendo de la primera Ley Universal que dice: toda creación nace de una idea, nada ha nacido de nada, para que algo exista tuvo que primero ser pensado o imaginado por alguien. Lo mismo ocurre en nuestras vidas: todo lo que tenemos incluso lo que nos pasa tuvo que ser creado por alguien y ese alguien somos nosotros. Llegados a este punto pensarás que es un absurdo porque ¿cómo puedo crearme a mí mismo situaciones problemáticas? y la respuesta que podemos darte es que no lo haces de manera consciente pero sí de forma inconsciente. Un ser humano produce alrededor de 60.000 pensamientos diarios y la mayoría son negativos y lo que pensamos y lo que sentimos, lo atraemos.
Por eso, las afirmaciones positivas son una herramienta poderosa pero, para que puedan ser efectivas, necesitan cumplir con ciertos requisitos.
- Primero: deben estar redactadas en primera persona, en el tiempo verbal presente y siempre estar en afirmativo, ya que nuestro cerebro no entiende la palabra NO. Es decir que si tienes como afirmación algo como “no quiero estar enfermo” tu cerebro asumirá algo como “quiero estar enfermo”; por eso di “estoy sano” o “cada día estoy más sano”.
- Segundo: no solo pensamos también sentimos, por eso tenemos que lograr que nuestras afirmaciones tengan un efecto en nuestras emociones. Sabes que estás en el buen camino cuando tu afirmación te hace sentir más animado y esperanzado.
- Tercero: tienen que ser creíbles para ti; si dudas de tu afirmación estarás boicoteando todo el trabajo ya que la duda es una energía negativa.
Para que nuestras afirmaciones se conviertan en una realidad repítelas todos los días en cualquier momento; puedes tomarte un rato para meditar y usarlas como mantra. Sacar de nuestro sistema los pensamientos negativos requiere de paciencia, constancia y mucho amor hacia nosotros mismos. Recuerda que no puedes resolver un problema con la misma mente que lo creaste, así que cada vez que tengas un pensamiento negativo, sé amable contigo mismo y sustitúyelo por otro que te haga sentir en paz y satisfecho.
Finalmente, cada vez que repitamos nuestras afirmaciones es importante estar conscientes de lo que decimos, sentirlas y visualizarlas. Haz el ejercicio de repetirlas al levantarte y al acostarte poniendo toda tu atención en ellas. Poco a poco irás notando los cambios graduales que se irán dando en tu día a día.
Te dejamos una lista de afirmaciones de las que echar mano para que logres inspirarte:
- Le doy la bienvenida a las nuevas aventuras con los brazos abiertos.
- Amo mi vida y todas las grandiosas cosas que hay en ella.
- Siempre tengo más que suficiente dinero.
- Mi situación financiera está creciendo día a día.
- Amo mi vida y todas las cosas magníficas que hay en ella.
- El universo me provee todo lo que necesito.
- Mi corazón siempre está abierto y yo irradio amor.
- A todo lugar que voy, encuentro únicamente amor.
- Mi energía positiva atrae circunstancias y gente positiva a mi vida.
- Estoy creando un magnífico futuro para mí mismo(a) en éste momento.
- Tengo todo lo que necesito para ser feliz ahora mismo.