Descubre los beneficios de una ducha con agua fría

Agua Fria

Pocas cosas son más reconfortantes que llegar a casa tras un día largo y darse un buen baño de agua caliente. Es un mimo que nos relaja y nos brinda un momento de placer muy bienvenido tras una jornada de estrés o mucha actividad física. Todos podemos coincidir en ello. Pero pocos saben que no es la única opción: te contamos los beneficios de bañarse con agua fría.

Sin embargo, una gran cantidad de personas se duchan intencionadamente con agua fría por las mañanas, cosa que les despeja y les prepara para el día.

Ello es debido a que, como la mayoría de personas ya sabe, el contacto con el agua fría tiene múltiples ventajas para nuestro organismo, y aunque no está estrictamente probado por lo científicos, los testimonios de las personas que realizan esta práctica afirman sus beneficios.

Mejora la circulación

La exposición al agua fría tiene repercusiones positivas a nivel cardiovascular. Ante el frío nuestra tasa cardíaca aumenta y se contraen los vasos sanguíneos.

La sangre viaja a gran velocidad y cargada de oxígeno a los órganos principales y a los músculos, mejorando la circulación hacia estas áreas. En este sentido resulta recomendable ir alternando entre duchas frías y otras con agua caliente (que harían que la sangre se dirigiera más fácilmente a la superficie de la piel).

Agua fría

Incrementa la capacidad de atención

La activación del sistema nervioso es otro de los beneficios de ducharse con agua fría, la cual estimula la secreción de ciertos neurotransmisores como la noradrenalina que nos hace poder estar atentos y vígiles.

Incrementa la oxigenación

Cuando nuestro cuerpo entre en contacto con agua muy fría, inmediatamente solemos empezar a acelerar nuestra respiración.

Ello está vinculado a la anteriormente citada alteración y aceleración cardiovascular. El cuerpo necesita una mayor cantidad de energía para hacer frente al frío, lo que implica acelerar la adquisición de oxígeno.

Acelera el metabolismo

Ante la presencia del agua fría nuestro cuerpo va a empezar a demandar energía con el fin de poder mantener la temperatura interna en niveles adecuados.

Para ello, genera una aceleración del metabolismo, consumiendo los recursos almacenados en el organismo. La consecuencia de esto es que con la exposición al frío empezamos a quemar azúcares y grasas para mantener la temperatura corporal a niveles aceptables.

Desinflama y alivia el dolor

Es habitual que cuando nos damos algún golpe y tenemos algún tipo de inflamación, usemos el frío para bajarlo (por ejemplo, con una bolsa con hielo). Este efecto de debe a que las células que rodean al área lesionada exigen una menor cantidad de oxígeno con el frío, reduciendo la hinchazón del área afectada.

Mejora el sueño

Otro de los beneficios de ducharse con agua fría lo encontramos en el sueño.

Aunque el hecho de someternos a una ducha de agua fría hace que nos despejemos, con el paso del día facilita que igual que nos hemos tensado nuestro cuerpo pueda relajarse. Se ha visto que facilita la conciliación del sueño y que mejora su calidad.

¿Estás listo para una ducha escalofriante?

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