Esta práctica oriental milenaria trabaja el cuerpo, el espíritu y la mente. Hay quienes solo se concentran en el componente físico y aun así trabajan tres elementos que trabajan unidos: la respiración (pranayama), las posturas (asanas) y las secuencias de posturas (vinyasa-krama). Existen diferentes tipos de prácticas de yoga, sin embargo hay posturas que se repiten y cada una de ellas tiene su propio beneficio.
Cada postura nos ayuda a escuchar a nuestro cuerpo, esto nos permite observar cómo nuestra mente y nuestro cuerpo interactúan y evolucionan con cada asana que estamos haciendo.
Tadasana o postura de la montaña
Es una postura que a simple vista parece de lo más sencilla ya que consiste en estar parados con las manos hacia los lados, pero requiere de mucho autoconocimiento corporal. Para realizar la postura de la montaña necesitamos involucrar la columna vertebral y los músculos de los brazos sin contraer los hombros. Es una asana para tomar consciencia de los apoyos de nuestros pies y de los desequilibrios que podamos tener en la cadera o en la espalda.
Balasana o postura del niño
Es fundamental a nivel de relajación o recuperación. Es una postura que necesita que estires los hombros y toda la musculatura de tu espalda, en especial la zona lumbar. Se usa también para aliviar los dolores de cabeza, de espalda, o para relajar la mente y la fatiga. Ayuda abrir la mente y normalmente se practica entre asanas o al final en el momento de la meditación.
Vrksasana o postura del árbol
Es un asana para la concentración y la mejora del equilibrio físico y mental. Consiste en subir el pie izquierdo hasta la parte interna del muslo derecho con la punta de los dedos de los pies apuntando hacia el suelo. Nos ayuda a trabajar el equilibrio entre cuerpo y mente mediante la concentración. Si sufres de pie plano o ciática esta postura resultará muy beneficiosa.
Adho Mukha Svanasana o postura del perro boca abajo
Es una de las posturas de yoga esencial para la práctica. Esta asana es de transición y de descanso que nos toma bastante tiempo dentro de la práctica general para que nuestro cuerpo pueda hacerla bien para fortalecer los músculos de la espalda, los hombros, los brazos y las piernas. Esta postura energiza el cuerpo y te ayuda a aliviar el estrés, el insomnio y la fatiga. También puede ayudar con los dolores menstruales y a mejorar la digestión.
Virabhadrasana I o postura del guerrero
Con esta postura se fortalecen las piernas, los hombros y la espalda. También ayuda a mejorar la postura, un elemento clave para afrontar las horas de trabajo y las clases. Contribuye a tonificar nuestros músculos, mejora la capacidad pulmonar y a conseguir un estado de relajación y tranquilidad.
Sarvangasana o postura de la vela
Es una asana que estimula todo el cuerpo ya que es una postura invertida, así que se invierte el fluo sanguíneo hacia la cabeza. Nada recomendable para los días de la menstruación. Esta postura ayuda a calmar el estrés, la ansiedad y a descansar la mente. Reduce la fatiga y alivia el insomnio, además tonifica tus piernas y glúteos; ayuda a mejorar la digestión, estimula la tiroides y la cavidad abdominal.
Chakrasana o postura de la rueda
Esta postura requiere de cierta fuerza en la parte superior del cuerpo para lograr este estiramiento. Es además una de las posturas más interesantes porque se estimulan todos los chakras y vigoriza tu cuerpo y mente. Estimula el sistema circulatorio, fortalece la columna y tonifica el abdomen, piernas y brazos.
¿Cuál es tu asana favorita?