El brazalete de amor Cartier es una de las piezas de joyería más representativa en el mundo. En 2016 se convirtió en el accesorio más buscado en Google y hoy te contamos un poco más acerca de su historia.
El brazalete se diseñó por primera vez en New York y no en París (como algunos creen) en 1969. Para aquellos tiempos, la pregunta de Cartier era simple: ¿Qué tan lejos llegarías por amor? La pieza es una forma más de celebrar el romance y el compromiso. La joya no era sólo elegante, para abrirla se necesitaba un destornillador en forma de corazón. El 2 de febrero de este año, Cartier decidió relanzar este icónico emblema.
Se llegó a rumorear que la marca tenía la política de prohibir a los clientes comprar el brazalete del amor para sí mismos, sólo podía ser comprado por una pareja. La joya está hecha en oro de 18 quilates y se puede escoger entre rosa, blanco y dorado. Asimismo, existen diferentes modelos y grosores, algunos están decorados con diamantes, cadenas y dijes.
Esta fue la primera pieza diseñada por Aldo Cipullo para Cartier y redefinió la forma de hacer joyería, pues para cuando fue creado, las joyas se utilizaban sólo para complementar outfits. Sin embargo, el brazalete de amor fue más allá. Originalmente, estaba hecho de oro y plata, la primera versión con diamantes fue lanzada en 1979.
La marca tenía la política de prohibir a los clientes comprar el brazalete del amor para sí mismos
Para cuando fue lanzado, Cartier obsequió brazaletes de amor a varias parejas de Hollywood entre ellas, Elizabeth Taylor y Richard Burton, Ali MacGraw y Steve McQueen, y Sophia Loren y Carlo Ponti.
Cada brazalete tiene un número único que es guardado en los registros de Cartier debido a las altas ventas que se han registrado desde su lanzamiento. De hecho, algunos hospitales en New York, cuentan con el famoso destornillador en forma de corazón en caso de que se presente alguna emergencia.
El brazalete de amor de Cartier forma parte de la colección LOVE que cuenta con anillos, collares y zarcillos, todos con forma ovalada y hecho a mano. En 2006, la colección fue declarada por el New York Times como la más exitosa.
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