La Otra Cara del Rock de los 90: el Britpop

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A principios de la última década del siglo XX y mientras en el noroeste de los Estados Unidos la escena musical estaba lista para la irrupción del grunge con el totémico álbum “Nevermind” de Nirvana, en el Reino Unido se amalgamaban una serie de bandas inspiradas por las glorias musicales del pasado británico reciente, dando pie a un movimiento que en el resto del mundo le hizo frente a la escena de Seattle, y que se condensó en una palabra: britpop.

«Waterfall» de The Stone Roses, como una de las influencias del britpop

Para muchos el nombre correspondía más a una herramienta de mercadeo o un movimiento cultural que a un género musical específico, pero la verdad es que su basamento viene desde la escena pop y mod de los 60, el glam rock y el punk de los 70, así como el post punk y el indie rock de los 80. Muchos detractores mencionaban el hecho de la falta de originalidad sonora de las bandas, más lo que sí tenían eran identidades tan marcadas que fueron motivo de rivalidades y diferencias. Si queremos conocer el movimiento, debemos ir al origen.

«There She Goes» de The La’s, como punto de partida del britpop

La mayoría de grupos de britpop tomaron influencias muy variadas. Considerando 3 bandas como ejemplo, Blur en principio tomó como referentes a The Kinks y al Pink Floyd del período de Syd Barrett, en especial de parte del guitarrista Graham Coxon; Oasis admitía sin tapujos que calcaba el sonido de The Beatles, al punto de autoproclamarse como la tercera mejor banda de rock británico de la historia, después del cuarteto de Liverpool y de The Rolling Stones, respectivamente; y Elastica se inspiraba en el art punk de bandas como Wire. Pero las influencias que permearon como elemento común en todos los grupos de britpop venían de agrupaciones como XTC y The Smiths, al igual que la llamada “escena de Manchester” que la representaban los Inspiral Carpets, Happy Mondays y, especialmente, The Stone Roses cuyo primer disco de título homónimo de 1989 impactó a todos los grupos de britpop así como a los críticos musicales al catalogarlo como uno de los mejores álbumes de música alternativa de todos los tiempos, a la par de trabajos como “Doolittle” de Pixies, “Goo” de Sonic Youth y el ya mencionado “Nevermind”.

Uno de los primeros hits del britpop: «Animal Nitrate» de Suede

No obstante los antecedentes mencionados, existen tres momentos que en cierta forma simbolizaron el inicio del britpop. El primero de ellos fue en 1990 cuando se reeditó el sencillo “There She Goes” del grupo de Liverpool The La’s que había sido publicado originalmente dos años antes (a finales de la década tendría un cover a cargo de la agrupación norteamericana Sixpence None The Richer). El segundo momento sucedió en 1992 cuando casi al mismo tiempo Blur publica su sencillo “Popscene” y Suede lanza el tema “The Downers”. Y el tercer momento fue cuando en ese mismo 1992 el periodista John Harris acuñó el término, citando: “[Si] el Britpop empezó en algún lugar, fue por la oleada de aclamaciones que tuvieron las primeras grabaciones de Suede: todas ellas audaces, exitosas y muy, muy británicas”. Esta característica fue igual de común en todas las bandas del movimiento: un sentido de orgullo inglés, al punto de mostrar en más de una ocasión la Union Jack en portadas de discos, de revistas o en conciertos, hasta en guitarras eléctricas como en el caso de Noel Gallagher. Para muchos, ese énfasis en los referentes británicos fue lo que hizo que el britpop no tuviese éxito en los Estados Unidos; ciertamente no querían vivir una nueva invasión británica como la que tuvieron 30 años antes.

Uno de los sonidos más innovadores del britpop está en el tema «Connection» de Elastica

En abril de 1993 la revista Select publica un artículo sobre los nuevos lanzamientos de The Auteurs, Saint Etienne, Denim, Pulp y Suede; en la portada del magazine aparece el vocalista de esta última banda, Brett Anderson, posando contra un fondo de la bandera del Reino Unido y una frase: “Yanks go home!”. Ese mismo año la banda Blur lanza su segundo disco “Modern Life Is Rubbish” con un enfoque puramente anglo céntrico. Este álbum tendría la aclamación de la crítica, pero ventas moderadas; algo que no sucedió cuando al año siguiente se publica “Parklife” y el movimiento termina de masificarse en Inglaterra. Antes del 29 de agosto de 1994 el disco debut de ventas más rápidas en el Reino Unido fue el de la banda Suede; esto cambió a partir de esta fecha con la publicación del histórico “Definitely Maybe” de Oasis, alabado a partes iguales por público y crítica al crear melodías de inspiración beatle con una sensibilidad que recordaba a The Stone Roses e incluso, a bandas como T-Rex; para muestra el segundo track del disco: “Shakermaker”. Además, muchos reconocieron el tono optimista que impusieron en esa grabación los hermanos Liam y Noel Gallagher, en contraste con el tono oscuro y sombrío que tenía el grunge.

«Parklife» de Blur, el reventón del movimiento britpop

Paralelo al lanzamiento de estos discos y de otros como el debut homónimo de Elastica o el “Different Class” de Pulp, se inició en parte por error de mercadeo discográfico, en otra alimentada por la prensa, la llamada “Batalla del Britpop”. Esto sucedió cuando en las carteleras británicas de 1995 se analizó cuál de los singles publicados por Blur y por Oasis iba a llegar al primer lugar; a saber, “Country House” y “Roll With It”, respectivamente (cabe destacar que las dos canciones se lanzaron el mismo día: 12 de agosto de 1995). Previo a esto, tanto Damon Albarn como los hermanos Gallagher hablaban desastres de unos y otros, al punto que los tabloides ingleses catalogaron a esta rivalidad la mayor desde la de The Beatles y The Rolling Stones en los 60 –al paso del tiempo, Noel Gallagher y Damon Albarn han hecho las paces; no así de parte de Liam Gallagher-. Llegada la fecha del 20 de agosto, los resultados arrojaron que “Country House” vendió 274.000 copias contra 215.000 de “Roll With It”, quedando respectivamente ambas canciones en el primer y segundo lugar.

«Shakerrmaker» de Oasis, la obra maestra de su primer disco «Definitely Maybe»

También en 1995 sucedería un punto de inflexión en el britpop con la publicación, el 2 de octubre, del disco “(What’s The Story) Morning Glory” de Oasis, vendiendo en 1 semana más de 4 millones de copias en el Reino Unido, convirtiéndose en el quinto álbum de mayor venta en la historia de las carteleras británicas. En Estados Unidos el tema emblemático “Wonderwall” llegaría al número 8 del Top 100 de la revista Billboard, siendo la canción de britpop que más alto ha llegado en las carteleras norteamericanas. Relativo a esto, al año siguiente la banda emprende una gira que culminó con un concierto en el Festival de Glastonbury en agosto, y que quedó registrado en el documental de Mat Whitecross de 2016 “Supersonic”. Al siguiente mes arranca una fallida gira por los Estados Unidos que comenzó con una actuación en Nueva York en los MTV Video Music Awards de 1996, donde dieron una imagen de patanes, engreídos y ególatras; al paso de las semanas Noel Gallegher se regresa a Inglaterra luego de que días antes Liam decidiera no cantar.

Pulp y el super éxito «Common People»

Esta gira fallida por el territorio estadounidense fue para muchos el inicio del fin del britpop, rematado por un agotamiento del estilo que se vio y escuchó en los lanzamientos de los discos “Be Here Now” de Oasis y “Blur” de esta agrupación en 1997, donde se alejaban del sonido de guitarras pop rock para irse por acordes más cercanos al lo-fi de bandas como Pavement, o en el caso de los primeros por un exceso de producción. El bajón en el britpop también se produjo por el ascenso del un pop más comercial con la publicación tanto del sencillo “Wannabe” de las Spice Girls, como del éxito “Mmmbop” de los adolescentes norteamericanos Hanson, sumándose a ello el auge de las boy bands como Backstreet Boys o N*Sync en Estados Unidos, o de sus contrapartes británicos Take That, al igual que su ex integrante convertido en solista de éxito, Robbie Williams.

Ya para 1998 casi ningún medio o tabloide en Inglaterra mencionaba al britpop como el fenómeno de moda musical. Mientras las bandas emblemáticas se desbandaban o salían sus integrantes (el caso de Grahan Coxon en Blur o la disolución en 2009 de Oasis), la atención de la prensa especializada se iba hacia agrupaciones que no formaron parte del movimiento, pero que tuvieron presencia en esos años; una de ellas es Radiohead que había pasado de un sonido de guitarras fuertes con alta influencia del rock norteamericano, para empezar a tomar referencias de la psicodelia y de sonidos etéreos de las décadas de los 60 y 70 que las bandas de britpop no habían considerado en su momento; esto se hizo evidente en el emblemático “OK Computer” de 1997 –un crítico musical diría que este disco sería comprendido a partir del año 2000-. Aparte de Radiohead, muchas otras bandas harían una música en parte parecida al britpop, pero sin la connotación del nombre; agrupaciones como The Verve, Travis o Coldplay, que en el caso de estos últimos tienen un éxito y reconocimiento mundiales. Además de estos grupos, muchos otros como Snow Patrol, Kaiser Chiefs, Doves, Keane, The Libertines o Arctic Monkeys han fusionado el género con sonidos más cercanos al pop convencional en unos, o al garaje rock en otros, generando lo que algunos comentaristas han llamado el post britpop.

Coldplay y su primer éxito mundial, «Yellow», como muestra del llamado post britpop

Curiosamente, muchos artistas del género han descartado la palabra britpop; por ejemplo, Noel Gallagher negó que Oasis estuviera asociada con el término: «No somos britpop, somos rock universal. Los medios de comunicación pueden tomar el Britpop y colocarlo en la parte trasera de las casas de campo«. El guitarrista de Blur, Graham Coxon, declaró en el documental de 2009 “Blur – No Distance Left to Run” que no le gustaba que lo llamaran “britpop, o pop, o popbrit, o como quieras decirlo«. El líder vocal de Pulp, Jarvis Cocker, también expresó su disgusto por el término en una entrevista con Stephen Merchant en el programa Chain Reaction de BBC Radio 4 en 2010, describiéndolo como un «sonido horrible, mordaz y agudo«.

«Bedshaped» de Keane, un ejemplo del llamado post britpop

Pero al margen de esto, el britpop como tendencia musical sirvió para crear un sentido de conciencia colectiva en una Inglaterra que venía del thatchersimo de los 80, y de una escalada de crisis cultural a comienzos de los 90, aparte de servir de contrapeso artístico al grunge, pero además al movimiento de música bailable y electrónica que llegó a ser tan grande que daba la impresión que el sonido del rock británico iba a morir, cosa que afortunadamente no sucedió. Lejos de verlo con recelo, hay que entender y disfrutar lo bueno que se hizo en esos años de britpop.

Garage rock como influencia del aclamado tema «I Bet You Look Good On The Dancefloor» de Arctic Monkeys

Como bien lo citó un tema de Oasis: “No mires atrás con rabia”.

«Don’t Look Back In Anger», uno de los mejores temas de la carrera de Oasis

Frank Black
Ingeniero de Sistemas. Social Media Manager. Director e Instructor en Marketing Digital. Twittero. Tolkeniano. Beatle fan. Apple fan. Hedonista. Buscador de tendencias.
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