¿Conoces el síndrome de la impostora?

¿Conoces el síndrome de la impostora?

¿Alguna vez has sentido que tus logros son cosa de suerte? ¿Te cuesta creer en ti misma? Si las respuestas son afirmativas es posible que padezcas del síndrome de la impostora, pero no te preocupes, mujeres como Michelle Obama y Angela Merkel también ha pasado por eso y lo han superado.

Este síndrome afecta más a mujeres que hombres y se trata de un trastorno psicológico en el cual las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros, no se compara con la falta de autoestima o la falta de confianza, sino que está vinculada con el perfeccionismo y tiene como tendencia minimizar y subestimar el éxito.

Pese a los buenos resultados que podamos estar teniendo en nuestros trabajos y que son producto de una gran capacidad, a veces estamos convencidas de que no somos merecedoras del éxito que hemos logrado, así que rechazamos toda demostración de éxito, a esto se le conoce como ‘’impostor’’ y puede afectar negativamente nuestras carreras profesionales ya que si no nos sentimos a la altura de nuestros trabajos no corremos riesgos, o no nos imponemos.

Para entender mejor este síndrome Elisabeth Cadoche y la psicoterapeuta Anne de Montarlot escribieron el libro ‘El síndrome de la impostora. Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas’ y en él ahonda sobre las causas psicológicas de este fenómeno.

En el libro afirman: Para obtener un puesto de responsabilidad, en general, un hombre se posiciona como experto y aprende después. No hay escrúpulos; más bien tiende incluso a sobrestimar sus capacidades y su rendimiento. Por el contrario, la mayoría de las veces, una mujer habrá reflexionado mucho antes de lanzarse, de enviar su currículum o manifestar su interés por el puesto. Luego deberá sentirse sumamente ‘preparada’ para atribuirse a sí misma tan solo el derecho de atreverse a solicitarlo».

¿Por qué afecta más a las mujeres?

Parece que todo se remonta a nuestra tierna infancia, cuando somos niños estamos condicionados a buscar la aprobación de nuestros padres, Si recibimos duras críticas, indiferencia o frialdad esto derivará en auto- sentimientos de poco valor, pero si por el contrario recibimos la etiqueta de ‘inteligente o habilidoso’ puede afectar la integridad del niño logrando encasillarlo en una definición que lo frena.

Si además se alternan las críticas negativas con elogios crea un desajuste que hace que para el infante sea difícil atribuirse el mérito del éxito, así que cuando llegan a la edad adulta siempre tienen pensamientos del tipo ‘Creen que soy capaz de hacer tal o cual pero en algún punto se darán cuenta que no es así’.

¿Cómo podemos superar el síndrome del impostor?

“Cuando se instala la duda, empieza el trabajo de zapa, incluso si la mujer está demasiado cualificada. La idea de no merecer totalmente el puesto de responsabilidad que desea u ocupa, debérselo a la suerte, temer en todo momento que la descubran y la juzguen perpetúa estas creencias limitadoras”,  explican las expertas, pero ¿cómo podemos superar este bache en nuestras psiquis?

Realizar alguno o todos los consejos que te mencionamos a continuación puede ser de gran ayuda para superar este trastorno, pero si aún no sientes una superación del mismo es conveniente que acudas a un especialista que te ofrezca herramientas personalizadas para lograrlo.

  • Haz una lista de tus fortalezas: llevar un registro de tus logros es una buena forma de recordarnos que no somos un fracaso; además, cuando la ansiedad toque a nuestras puertas ver nuestras victorias nos ayudará a sentirnos más valiosas.
  • Plasma tus sentimientos en papel: escribir en un papel lo que sentimos cuando aparece el sentimiento de ‘impostora’ nos ayuda a romper el ciclo de pensamientos negativos y a ver las cosas con mayor perspectiva.
  • No postergues: procrastinar solo hace que empeore la sensación de ineptitud, así que pon tus tareas en listas y ve tachando conforme vayas realizándolas; esto hará que tengamos una sensación de logro y fortaleza.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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