Algunas veces aunque pongamos todo nuestro empeño en conseguir un maquillaje prolijo algo parece fallar, y lo más probable es que se trate de la base que estamos eligiendo para ello. Hoy existen en el mercado un sinfín de productos, de cobertura baja, alta o modulable y que además tienen acabados mates, luminosos o satinados. De las texturas mejor ni hablemos porque nos perdemos entre la líquida, la cremosa o la de polvo. ¿Cómo saber cuál es la ideal?
Lo primero que tenemos que tomar en cuenta aunque resulte muy obvio es elegir el tono adecuado para nuestra piel, para que de esa manera obtengamos un resultado natural. La manera adecuada de elegirlo es probarlo en el cuello justo donde está el límite con el rostro o en su defecto en la muñeca, estas son las zonas que son más fieles a nuestro color de piel.
Por muy buena que sea la base que estemos usando tenemos que trabajar la piel de nuestro rostro previamente con pre-bases e hidratantes que la unifiquen, le den luz y la preparen para recibir el maquillaje, quizá ése es el secreto más importante de los maquillajes más hermosos.
Siempre es importante tener en nuestro estuche de maquillaje hasta tres tipos de base, suena excesivo pero no todas las bases son iguales y, por lo tanto, el acabado va a variar dependiendo de ello.
Con esto nos referimos al tipo de cobertura media y alta, con la media el resultado va a ser mucho más natural con poco maquillaje mientras la alta va a permitirte tener un acabado ideal para las grandes ocasiones y maquillajes más fuertes, Los BB Cream que son fondos de maquillaje con tratamiento y no suelen ser tan espesos, ideales para esos días que solo quieres ponerte un poquito de máscara de pestañas y colorete para salir.
Finalmente, después de haber elegido la mejor base para ti tienes que conseguirle un par de compañeros inseparables, hablamos de una brocha especial y una esponja, esto te ayudará a aplicarla de manera más uniforme, el secreto de las maquilladoras es extenderla con la brocha y retocar con pequeños toques la esponja para unificar mejor. Ahora, si la base es de cobertura muy ligera nuestros dedos serán los compañeros ideales para esta labor.
Tipos de base
- Mousse: para maquillajes ligeros y naturales y acabados aterciopelados. Su nivel de cobertura es ligero y se aplica fácilmente.
- Compactas: son espesas y son las más adecuadas para unificar la tez y esconder imperfecciones. Pueden venir en crema recomendable para pieles mixtas y secas o en polvo para pieles grasas y brillantes.
- Barra: su formato permite aplicarlas directamente al rostro y no son recomendables para las pieles grasas.
Ahora que ya sabes cuál base elegir, ¡a practicar!