Quienes son verdaderos entusiastas de la moda y les gusta ir mas allá de las tendencias no pueden negar que la magia fue condensada en una sola prenda ¿Por qué los suéteres de cuello alto no pasarán jamás de moda?
A lo largo de la historia hay piezas que no pasan de moda; a estas las conocemos como básicos o clásicos indispensables de un armario inteligente. Cada una de ellas cumple una función vital en nuestro guardarropa, pero estaremos de acuerdo en que muchas de estas prendas son un personaje secundario que salva al protagonista que elijamos; sin embargo, hay otras que son básicas, sí, pero son protagonistas memorables, que hacen que el que las usa sea recordado con un aura especial y esa prenda es el suéter de cuello alto.
Grandes personajes en la historia se han caracterizado por ser fieles consumidores de esta prenda de vestir que nos sugiere, elegancia, sofisticación, intelectualidad y creatividad a pesar de que en la mayoría de los casos estamos hablando de su versión en color negro.
Esta impresionante pieza que se caracteriza por cubrir todo el cuello también se le conoce como cuello cisne, y está entre nosotros desde finales del siglo XIX cuando fue configurada como una prenda cómoda para los jugadores de polo y que más tarde pasaría a ser una prenda que usaba la clase obrera.
Luego llegó a convertirse en una prenda codiciada gracias a que personalidades memorables lo utilizaban, marcando así el inicio de la elegancia condensada en un suéter. Entre ellas podemos mencionar a una trasgresora Marlene Dietrich, una elegante Audrey Hepburn, un desafiante Steve Jobs y un creativo Andy Warhol solo por nombrar a algunos de los íconos que definieron sus décadas.
A día de hoy sigue siendo una pieza vigente que vuelve a estar bajo el foco de la atención con el retorno de los setenta y, por supuesto, el de los noventa, porque, ¿cómo se puede olvidar a un Yves Saint Laurent revolucionando el mundo de la moda sin su característico cuello alto?
El encanto de esta pieza reside en su personalidad fuerte pero pausada, así que combinarla es una maravilla concedida por los dioses; por ejemplo, nos podemos ir por el clásico atemporal de total black, tal y como lo lució en su momento Audrey Hepburn en la cinta Funny Face, con mini faldas color terracota o blancas al más puro estilo de Margot Robbie interpretando a Sharon Tate en la cinta Once Upon a Time de Quentin Tarantino, o crear un estilo único en el que el pantalón sea el protagonista del color o simplemente evocar las presentaciones de Apple en su mejor momento.
Lo curioso de esta pieza tan icónica y definitiva es que se convierte en un súper poder silencioso que se adapta al estilo de quien decida llevarlo, porque no importa cuán simple sea el gusto de la persona, si decide llevar un cuello alto este le añadirá un halo de misterio que puede resultar inexplicable, entonces imagina todo el poder que da a quienes tienen ese aire It tan codiciado.
Sin dudas, el cuello alto debería tener su propio día internacional, ¿no les parece?