5 cosas de las que podrías arrepentirte si no vives a plenitud

Todos hemos estado en alguna situación de riesgo alguna vez. Un robo, un accidente de tránsito, o incluso una caída en la ducha te pueden hacer pensar que este pudo ser tu último día. La muerte es un tema aterrador, pero sin duda inevitable. Mientras llega, no podemos hacer otra cosa que vivir nuestra vida a plenitud.

Una enfermera australiana de cuidados paliativos se ha valido de sus experiencias con pacientes terminales para escribir un libro sobre “Los 5 Lamentos de un Moribundo”. En su libro, ha llegado a la conclusión de que, antes de morir, todos se arrepienten de alguna de las mismas 5 cosas.

Sin ánimos de ser fatalista y con la intención de que te replantees tu vida para que luego no arrastres estas frustraciones,  reseñamos los 5 arrepentimientos más comunes según Bronnie Ware:

“Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mis principios, y no la vida que otros esperaban de mí”.

¿Te ha pasado alguna de estas cosas?

-Tu familia espera que estudies algo que no te gusta solo para que te integres al “negocio familiar”;
-Tu pareja espera que te dediques a las tareas del hogar pese a que ambos saben que puedes ser una profesional muy exitosa;
-Tus amigos te juzgan por estar soltera después de los 30 e indican que “se te pasó el tren”;
-O peor aún, te presionan para que tengas hijos y “seas una mujer completa”;
-Tu jefe espera tus labores incondicionales 24/7;
-¡Y tus amigas esperan tu disponibilidad para salir a compartir por más tiempo!

Estoy segura de que la respuesta es sí. Pero créeme: No tienes que hacerlo todo, es tú vida y serás tú quien lidie con las consecuencias de tus actos.

Recuerda que es bueno escuchar la opinión de los demás, tus familiares y amistades más cercanas siempre querrán lo mejor para ti y te aconsejarán según sus propias experiencias, pero son eso, sus experiencias, y lo que es bueno para ellos no necesariamente es ideal para ti.

2) “Ojalá no hubiera trabajado tanto”.

Este punto debo imprimirlo y pegarlo bien grande en… ¡la pantalla de mi laptop! ¿También te ha pasado? A veces, aunque nos encanten los proyectos en los que trabajamos, nos sentimos agotados.  Es importante tener un balance: trabajo-vida personal.

Limita tu jornada laboral a un rango horario: A menos que seas médico, rescatista, policía, periodista en la fuente de sucesos o algo similar, debe haber una rutina clara. ¿Sabías que recibir llamadas de tu jefe fuera del horario laboral genera estrés anticipatorio? ¡En TendencyBook ya hemos escrito al respecto!
Dale a tu familia y amigos el tiempo que se merecen: Al final, las empresas pueden cambiar, pero los afectos siempre quedan.

3. Ojalá hubiese tenido el coraje de expresar más mis sentimientos. 

La amargura y el resentimiento pueden generar enfermedades; tal vez no has dicho algo que te molesta con la buena intención de mantener las relaciones en paz, pero conversar sobre los problemas o hacerle saber a otros qué te molesta te ayudará a no seguir posponiendo malos ratos.

Pero no solo sentimos miedo de expresar cosas negativas, algunos guardan en secreto su amor por miedo al rechazo: ¡Intenta decirle a esa persona que te gusta lo que sientes! ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¡Ya la ciencia demostró que el malestar de un “corazón roto” se alivia con ibuprofeno!

4. Ojalá hubiera tenido más contacto con mis amigos. 

Flashback al punto 2, porque es importante: Dale a tu familia y amigos el tiempo que se merecen: Al final, las empresas pueden cambiar, pero los afectos siempre quedan.

5. Ojalá me hubiera permitido ser feliz. 

La felicidad es una elección: sal de tu zona de confort, toma riesgos,  haz lo que te llena. Solo tú sabes de qué se trata.

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