Cómo estimular la creatividad por medio del arte

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Si entraste a este articulo, puede que sea por dos razones, realmente estás en blanco, te faltan ideas y la desesperación corre por tus venas, o la curiosidad y el ocio pudo más que cualquier otra cosa. Es bastante justo decir que todos en algún punto nos hemos quedado sin ideas. Y por alguna razón la creatividad se tomó unas vacaciones justamente cuando más la necesitábamos. Ella puede ser nuestro mejor aliado, pero también una gran kriptonita en tiempos de desesperación. Para ello, diversos estudios han llegado a la conclusión de que la creatividad se debe ejercitar.

La humanidad sigue descifrando la esencia de la creatividad, esperando que exista una fórmula o algo parecido. En mi opinión, ¿cómo se crearía algo que nos hace tan únicos? Y si así fuese, este sería el negocio más rentable, pero también el más comprometedor. Aun así, la creatividad no es una fórmula, ni algo muy particular. Ella se define como un proceso que va de la mano de las ideas y el imaginario. Ahí entran todos nuestros sentidos, la capacidad que tenemos de imaginar, los sueños y por supuesto todo aquello que observamos cada día. Suelen decir que si uno lee mucho la creatividad estará a flor de piel, igualmente con la música.

Todos tenemos una particularidad que nos ayuda a sacar las mejores ideas. Claro, no es algo que ocurre de un día para otro. Es cuestión de ejercitar nuestro cerebro cada día. En mi caso, cuando empiezas a estudiar arte debes aprovechar al 100% cada buena idea y para ello te preparan desde el primer día de clases.

Hablando desde mi experiencia en el arte, estos son algunos de los ejercicios que facilitan aquello que llamamos Brainstorming. Recordando que las ideas y la imaginación son quienes le dan vida a la creatividad, aquellos que no se relacionan directamente con el arte, este medio de expresión siempre será una terapia o unas pequeñas vacaciones para nuestra mente.

Collage

Es casi obvio que el collage estaría en esta lista y para quienes se pregunten por qué, la respuesta es sencilla. Es una técnica que lleva cientos de años, para ser más exactos tiene alrededor de dos mil años. Su origen es japonés y la utilidad que tenía para aquel entonces era decorativa, de igual manera que los persas la usaron para decorar sus manuscritos. Aunque no fue sino hasta el siglo XVII que el collage se convirtió en un pasatiempo, para el siglo XX empezó a tomar protagonismo en el arte debido a Picasso, Gris y Braque.

Conocer la historia de esta técnica es de suma importancia para entender cómo nos ayudaría a estimular la creatividad. Básicamente es un punto de partida en el que podemos elegir abstraernos de todo lo figurativo o no. Esto significa empezar a crear una especie de rompecabezas desde nuestro imaginario. Ya sea mediante prácticas digitales o físicas. Photoshop es un buen aliado, pero si lo nuestro es un poco más manual, un par de revistas y pega serán suficientes.

Libro de artista

Es una forma de expresión plástica. Sus inicios se conocen en la segunda mitad del siglo XX por Edward Ruscha. Esta técnica es un abre boca a todo tipo de creación artística, ya que permite gran libertad creativa.

Escoge un libro, ya sea tu favorito o el que menos te gusta, cambia la portada e inicia con la primera página. Léelo, reléelo y entre aquellas páginas encontrar pistas que dejarán fluir tu imaginación. Al principio es un choque bastante fuerte el tener que intervenir un libro, pero luego te adaptas a él y lo conviertes en una gran obra, como muchos lo han hecho.

Cuaderno de artista

Hay que tener en cuenta la diferencia entre un libro de artista y cuaderno. El cuaderno es una búsqueda sin pistas, algo muy personal, como si hablásemos de un diario. Son páginas en blanco que nos piden a gritos ser escritas e intervenidas con pintura, fotografías, telas y demás. ¿Cómo estimula esto a nuestra creatividad? Primero que nada, es un cuaderno que debe estar siempre con nosotros, en el cual se va a plasmar o guardar cada idea, fotografía, dibujo u objeto encontrado. En él se liberará al subconsciente y al terminarlo puede que encuentren dos versiones de ustedes que sin duda los sorprenderán.

Crea una rutina

Número uno busca un proyecto, y dos, créate un reto diario. Por ejemplo, existen diversos retos acerca de 30 dibujos por un mes o responde una pregunta cada día, y partiendo de ella escribe una historia corta. No importa qué pregunta sea, hasta la más simple cuenta. ¿Si pudieras volver en el tiempo, a qué época irías?

Otra técnica bastante funcional si lo nuestro es el dibujo, es fijarse un tiempo. Busca una pieza o un modelo, dibújalo por 5 minutos y que luego cambie de posición, varía el tiempo, desde 1 minuto hasta 5. De esta manera verás cómo poco a poco existe una mayor fluidez al momento de dibujar y aquellas ideas que vengan a la mente, fácilmente las podrás plasmar.

 

Ilustra un poema, novela o cuento

Muchas veces tenemos sueños asombrosos, mágicos, casi de otro mundo. Pero al momento de plasmarlos hacemos cualquier garabato. Por ello podemos iniciar con un cuento corto o un poema simple, imaginarlo y recrearlo en nuestra mente como si fuese una película. Para luego dibujarlo partiendo de diversas técnicas, incluso desde la fotografía.

Estos son algunos de los procesos creativos que estimulan la creatividad, pero si conoces otros métodos, ¡cuéntanos en nuestras redes!

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