Aun cuando ya existe el clásico film animado de 1961 y un remake de acción en vivo de mediados de la década de los 90 con Glenn Close en el papel de la villana, “Cruella” –actualmente en cartelera y por streaming vía Disney +- es una película diferente a estas dos producciones donde aparece la emblemática Cruella De Vil. ¿Por qué hay que verla? Las siguientes 5 razones te darán una idea.
- A diferencia de los filmes mencionados, “Cruella” cuenta la historia del origen del personaje, desde su niñez hasta la edad adulta cuando se convierte en la diseñadora de modas más radical de Inglaterra, además de explicar qué la llevó de ser alguien inocente con algo de rebeldía natural, a ser una villana con todas las de la ley.
- Está estelarizada por Emma Stone –ganadora del Oscar como mejor actriz por el film “La La Land”- quien hace una caracterización similar o superior a la realizada por Glenn Close (quien esta vez está como productora ejecutiva, al igual que la propia Stone). No conforme con esto, la presencia de la gran Emma Thompson en el papel de la Baronesa domina la pantalla, a tal punto que resulta incomparable el duelo actoral entre las dos Emmas –Stone y Thompson-, al igual que el resto del reparto donde nadie desluce.
- “Cruella” está dirigida por Craig Gillespie, quien también realizó el biopic “I, Tonya” protagonizado por Margot Robbie.
- El diseño de producción que es merecedor del Oscar está a cargo de Fiona Crombie, quien abarca dos momentos históricos en el film: los 60 y los 70 del siglo XX, en base a una columna sonora que va desde el pop hasta el punk, amén de una paleta cromática y fotográfica de tonos apagados y limpios en una época a colores más vibrantes y fuertes en la otra.
- El vestuario a cargo de Jenny Beavan (quien ganó el Oscar por “Mad Max Fury Road” y que merece ganarlo de nuevo por este film) abarca lo mejor y lo más selecto de la moda del siglo XX, desde trajes con marcada influencia del New Look de Christian Dior diseñados por la Baronesa, hasta aquellos creados por Cruella De Vil que aluden de viva voz a Vivienne Westwood o Malcom McLaren. Se podría decir que vamos de los trajes con botones a ropas con cremalleras y alfileres imperdibles.
Por todo esto y más, “Cruella” es la primera gran película de este año tan complicado que merece la pena ver en la solemnidad de una sala de cine, o en una buena pantalla de televisión vía streaming. Desde aquí se lo decimos: no pueden dejar de verla.