Cruz-Diez y Prada: Una Alianza Extraordinaria

Cruz-Diez

Prada fue una de las primeras marcas en compartir la creatividad del gran maestro Carlos Cruz-Diez. El arte siempre ha estado vinculado a la moda, los artistas llegan a convertirse en la mayor inspiración de los diseñadores. Las artes en general se mezclan unas con las otras, para así mostrar una identidad individual.

Esta firma italiana es una marca caracterizada por el prestigio y lujo que ha generado durante sus más de 100 años en la industria de la moda, fue fundada en 1913 en Milán por Mario Prada. En la actualidad, sus directores, Miuccia Prada, nieta del fundador, y Patrizio Bertelli, son los que han dado a la marca un giro radical para mantener y prevalecer en el tiempo.

Prada

Ahora bien, imagínense estar paseando por las calles de Japón y encontrarse con una fachada cinética. Ésta es reconocible a 1000 metros como una obra del gran artista venezolano y caraqueño, con la inmensa tipografía de Prada, una de las mejores casas de moda a nivel mundial.

Esta alianza se dio en el 2008 cuando Prada se interesó en el trabajo del artista. Patrizio Bertelli presidente de la firma, le surgió una gran curiosidad por las obras de Cruz-Diez y junto al arquitecto de la marca, Roberto Baciocchi, visitaron al artista en su atelier en París, conocido como Boucherie.

En este encuentro se dio la idea de realizar un homenaje al artista y aprovechar la modernización del diseño arquitectónico de las tiendas de Prada. La firma solicitó al maestro un esquema matriz que ampliaría e interpretaría el arquitecto.

Tanto Prada, como Cruz-Diez, han tenido éxito y apreciación por el público asiático, por eso se enfocaron en las principales tiendas de este continente.

El diseño de las fachadas fue inspirado en las Physichromies de Cruz-Diez, se pasean por los 15 metros y poseen una serie de acero, aluminio y láminas de oro que producen un movimiento con el efecto característico de las obras del artista.

Cruz-Diez

En el interior de las boutiques también se aprecian intervenciones de Cruz-Diez, con espejos de múltiples facetas, elementos de acero pulido, un piso tipo tablero de ajedrez y grandes almacenamientos cúbicos que producen el efecto de mayor profundidad.

Algunas de las tiendas, en las que podremos observar estas espectaculares obras, están en Kuala Lumpur, Hong Kong, Nagoya, Shenzhen, Singapur, Qingdao, Shangai, Thailandia, Malasai, Taiwan y Londres.

Para el venezolano, y máximo exponente del arte cinético, fue una gran satisfacción y orgullo poder participar en este proyecto al que Prada lo incluyó y homenajeó. Este fue una de los mayores aportes en el que el artista se sonrió con la moda, ya que como él expresó: “En todo el mundo conocen a Prada, pero no en todo el mundo conocían a Cruz-Diez”.

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