Desigualdad de género dentro de la industria de la moda: ¿Mito o realidad?

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Día a día vemos cómo cualquier cantidad de personas, en nuestro país y fuera de él, suelen vincular rápidamente la industria de la moda con elementos femeninos, llegando al punto extremo de la estigmatización. Incluso, muchas veces los porcentajes de estudiantes del sexo femenino que deciden adentrarse a alguna carrera universitaria relacionada con moda logran desvanecer la imagen de cualquier cantidad de hombres que se encuentran también en búsqueda de los mismos  horizontes, y, que de igual manera forman parte del mismo conglomerado estudiantil… Pero ¿qué tan cierto e importante es esto? ¿Logra finalmente el género femenino dominar la industria de la moda?

Bien sabemos que las mujeres representan el poder comprador y la revolución del “No lo necesito, pero lo quiero”. El aporte monetario que se genera a través de cada compra realizada por una mujer, permite que la industria se encuentre en constante y rápido movimiento. Por lo tanto, es el primer individuo al que solemos inundar de campañas, contenido de moda, piezas de indumentaria de última temporada, etcétera. Sin embargo, ¿quiénes se encuentran detrás de toda esta ventana informativa? ¿Son las mismas mujeres las que controlan esta información?

 

Dentro del ámbito de la moda es bastante conocido que el género femenino ocupa el 70% del volumen trabajador, pero si hacemos énfasis en la cantidad de mujeres que abarcan puestos directivos en este mismo rubro, los números cambian completamente. Según un estudio realizado por The Business of Fashion en el año 2016, en el que grandiosamente se generó un análisis de los principales fashion weeks realizados durante el año, los resultados que públicamente fueron arrojados evidenciaban que las mujeres encargadas de la dirección creativa en marcas de moda representaban la minoría. Únicamente el 40% de las grandes compañías de pret-a-porter, alta costura y de fast fashion de ropa femenina cuenta con una mujer al mando, mientras que el 75% de los puestos ejecutivos y de dirección son ocupados por hombres.

A pesar de que estamos enfrentando un desbalance a nivel de género en este tema específicamente, criticado por muchas mujeres representantes de la moda como Diane von Fürstenberg, y, que esto representa un problema que debe desvanecerse en el tiempo, terminamos preguntándonos si la idea de que un hombre también pueda encargarse de entender al público femenino realmente es tan trascendental o lo suficientemente negativa. Porque si bien para una gran parte de la industria puede ser un problema que hombres estén a cargo de marcas dedicadas a mujeres, para otra parte también podría ser un conflicto hacer frente a la realidad de que siempre habrá quienes critiquen su percepción y entendimiento del género opuesto.

La nueva era de la moda debe siempre apostar a la inclusión no sólo femenina, sino de ambas partes. Al final del día nuestro mundo ha cambiado por completo, y, a este ritmo, los entendimientos de género también lo han hecho. Nos hemos sumergido en un mundo que cree en la belleza en todas sus formas a través de modelos plus-size y con vitíligo, que apuesta a la unificación de piezas de ropa masculina y femenina, pero que aún así sigue haciendo revuelo de problemas que pueden resolverse mediante la unión de todos los interesados. La desigualdad de un género u otro siempre será recalcada en cada uno de los niveles que componen esta industria, quizás en uno de estos niveles apunte hacia un grupo específico, pero quizás en otro la respuesta esté dirigida hacia el opuesto.

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