Alrededor del mundo de los detectives hay un halo de misterio que enseguida desaparece cuando hablamos con alguno de ellos, pues nos explican que en su día a día hay poca emoción y mucha rutina.
De este modo, un Detective privado Madrid casi siempre se enfrenta a los mismos casos, por lo que en realidad los trabajos que realiza una agencia de detectives privados en Madrid son muy similares.
Las infidelidades son los casos más numerosos de cualquier investigador privado en Madrid
Los humanos hemos cambiado poco a lo largo de la historia, y por eso los detectives se enfrentan a diario a casos de infidelidades, sobre todo, en el ámbito del matrimonio y relacionados con los divorcios.
Cuando uno de los miembros de la pareja sospecha que el otro le está engañando, puede acudir a un detective en Madrid si vive en esta ciudad, con el fin de que comience un seguimiento.
El investigador privado en Madrid comienza a seguir al supuesto infiel y al final emite un informe con lo que ha averiguado, el cual suele incluir fotografías si se confirma que este miembro de la pareja está engañando a su cónyuge.
Casi todos los detectives de Madrid trabajan para las aseguradoras
Si miramos las estadísticas de las aseguradoras veremos, que hay un porcentaje de fraude elevado, de forma que, en muchas ocasiones, estas deciden contactar a un detective privado para luchar contra él.
Se trata, sobre todo, de casos en los que sospechan que una persona que permanece de baja está fingiendo, de forma que los detectives privados de la capital se ponen manos a la obra con el fin de hacer un seguimiento.
A veces, las sospechas de las empresas de seguros se ven confirmadas, como cuando ese lesionado de la rodilla que apenas puede caminar es grabado corriendo por el parque, o aquel que tiene que usar una silla de ruedas es fotografiado andando con las bolsas de la compra en la mano.
A las agencias de detectives de la capital les llegan casos de espionaje industrial
En ciudades como Madrid, en la que la mayor parte de las grandes empresas españolas e incluso europeas tienen una sede, el espionaje industrial también da mucho trabajo a los investigadores privados.
Aquí hay que desterrar la imagen que tenemos de los espías, que nos ha dado el cine, puesto que todo es más de “andar por casa”, y los confidentes son empleados descontentos con la empresa que le pasan información a la competencia.
También se dan situaciones en las que un trabajador con deudas vende secretos de su compañía a otra, que así sabe lo que está haciendo su rival, contando con una enorme ventaja, pues conoce precios, márgenes, en qué están trabajando ahora, qué planes tienen para los próximos años, etc.
Madrid es una ciudad en la que hay muchos detectives privados, tanto por su población como por el número de empresas, los cuales se dedican a casos del tipo de las infidelidades, los fraudes a las aseguradoras o incluso el espionaje industrial, trabajos que se alejan mucho de lo que vemos en las películas, puesto que no hay acción y se basan en horas y horas de vigilancia.