Dior Spring 2017: un show sacado de los cuentos de hadas

“No quiero perder la idea de soñar, pero quiero hacer posible que podamos vestir couture.” – Maria Grazia Chiuri.

Si de hacernos soñar se trata, la alta costura tiene un máster en lograr que concibamos los sueños a través de sus fashion shows exquisitos, impecables y armoniosos. Sin duda, logran que olvidemos por un momento en qué dimensión estamos.

Así fue el caso del desfile inaugural de Maria Grazia Chiuri como Directora Creativa de Dior en el Spring Couture 2017, realizado en los jardines de Musée Rodin. La diseñadora explicó que el laberinto creado para el show era una metáfora de su misma vida y carrera, donde la pasarela daba la sensación de libertad y fresca naturaleza.  

La ambientación, sin duda, fue una extensión de las piezas donde lo holgado y dilatado conviven con lo fantasioso del romanticismo. Todo giraba alrededor del árbol centrado en la pasarela que simulaba un candelabro gigante con los adornos: luces, cristales, remaches de telares y objetos varios (como barajas, piedras, perlas y accesorios) colgados de éste y otros árboles y plantas que adornaban el lugar.

Los asientos estaban arreglados para ser parte del show, de modo que las modelos desfilaron a su alrededor desde todos los ángulos, haciendo al espectador parte de la presentación, sentados en sillones que hacían alusión a porciones de grama y vegetación.

La colección de  Chiuri parece seguir los lineamientos clásicos de Dior con piezas que parecen estilizar al cuerpo, abrazando el minimalismo, donde el uso de las telas y las transparencias definen el guiño diferenciador. En algunos momentos, produce un sentimiento de throwback a principios del siglo 20.

Son trajes alusivos al pantsuit con una nueva versión y creación de la directora de la marca, mucho más frescos y versátiles. Los vestidos continúan la larga tradición de Dior de confeccionar piezas ceñidas al cuerpo en la parte alta, y amplias en la parte baja, ricos en textura gracias a la combinación de tul y telas sedosas.

Los tonos de las piezas variaron entre negro, colores sólidos y nudes. Cortes holgados y largos, propios de Dior, dan estructura a las piezas en la parte alta y costuras más holgadas en la parte baja. Encaje, transparencias y telas sedosas visualmente ligeras, además de un toque de suede fabrics, confeccionan los outfits.

El makeup, así como el hairstyle, fue sencillo y fresco, acentuado con un juego de pequeñas estrellas alrededor de los ojos que nos hace pensar en la intención de la producción de engalanar la noche con naturaleza de espacios soñados. El makeup artist Peter Philips acudió a los dorados y metalizados para acentuar las mejillas.

“Es muy simple”, dice Peter Philips, “casi como de elfas”, explica hablando del maquillaje.

Las máscaras tuvieron protagonismo en el styling, construidas con lace y recreando la fantasía del ambiente, proporcionando un toque misterioso al look. Así también, tocados con plumas alusivos a coronas daban a las modelo un toque imperial, earthy y fresco: pequeñas ficciones, un sueño en sí mismas.

La colección ha causado algunos comentarios. Algunos comparan, haciendo uso de la crítica, esta colección de Maria Grazia Chiuri con la de Valentino; afirmando que el fashion world no necesita dos casas de alta costura que creativamente sean similares.

¿Qué piensas de esto? Mira el desfile completo y cuéntanos abajo qué te pareció. 

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