El mundo de la belleza tiene un sinfín de productos que obran magia en nuestro rostro, pero sin disciplina poco podemos obtener. La rutina de belleza más simple se compone de limpiar, tonificar y nutrir; estos sencillos pasos nos permiten proporcionarnos cierto grado de protección y desintoxicación de los agentes contaminantes a los que nos exponemos a diario. Hoy vamos a hablarte del cepillo facial.
Tanto como si eliges un cepillo manual o automático, esta herramienta es vital para aportar a nuestra piel un aspecto saludable y brillo natural. Su secreto es que se encarga de penetrar en las capas superficiales de la dermis con movimientos circulares, eliminando así la suciedad en profundidad; su efecto exfoliante ayuda a renovar, reafirmar, reducir los poros, oxigenar y reactivar la circulación sanguínea.
Ventajas del cepillo facial
- Limpieza diez veces más profunda de los poros.
- Mejoran la microcirculación del cutis.
- Ayuda a tener una piel radiante.
- Reduce el tamaño de los poros
- Ayuda a reducir las líneas de expresión
¿Por qué debemos tener este gadget?
Su única función es maximixar los beneficios de nuestro jabón limpiador porque cuando lavamos nuestro rostro sin ninguna herramienta más allá del jabón solo obtenemos una limpieza superficial. Dependiendo del cepillo que tengamos, podemos contrarrestar el acné y purificar la piel a profundidad.
Los expertos recomiendan hacer uso del cepillo en la rutina de skincare nocturna, pues aseguran que no hay mejor momento para eliminar las impurezas que en ese momento previo a las horas de descanso.
Dependiendo del modelo vamos a emplear una cantidad de tiempo determinada de uso. Si lo tenemos eléctrico no debemos excedernos de los 60 segundos, en ese lapso vamos a poder minimizar las imperfecciones.
Normalmente estos cepillos están compuestos de cerdas microbianas que permanecen frescas y ayudan a prevenir el crecimiento de microorganismos, sin embargo nuestro consejo es que mantengas tus cepillos en sitios limpios.