El Dulce trae fantasía a la Navidad venezolana

El Dulce

Además de las tradicionales especias, las casitas de El Dulce llevan sirope de papelón y un toque de cacao. Se adornan con glaseado, chocolate, caramelos de colores y grageas doradas y plateadas.


Las casitas de jengibre endulzan las mesas navideñas de todas partes del mundo. Inspiradas en el cuento de Hansel y Gretel, son elaboradas con galletas de jengibre y otras especias, y decoradas con glaseado y caramelos. El Dulce, casa de pastelería, las ofrece en Venezuela hechas con la receta y técnica germanas, pero con toques criollos.

Las 13 galletas que componen la casita de El Dulce están hechas de canela, clavo de olor molido, nuez moscada y, por supuesto, jengibre, pero en vez de miel o sirope de maple llevan jarabe de papelón, melaza y cacao. Están decoradas con glaseado blanco, chocolate, grageas doradas y plateadas y pastillas de colores.

Según explicaron Randall y Antonio Sevilla, chef y gerente de El Dulce respectivamente, las casitas miden entre 25 y 30 centímetros de alto, incluida la chimenea. Un muñequito de jengibre da la bienvenida en la fachada de la casita. Tiene piso, techo a dos aguas, ventanas y una puerta que puede estar abierta o cerrada, según lo prefiera el cliente.

“Los diseños que utilizamos para nuestras casitas están inspirados en la Colonia Tovar, ese rincón alemán en Venezuela que cuenta con una arquitectura pintoresca y típica de la Selva Negra”, expresan los hermanos Sevilla.

La oferta navideña de El Dulce se complementa con muñequitos de jengibre decorados que se venden en forma individual y unas minicasitas especiales que encajan perfectamente en los mugs y tazas donde se sirve el chocolate caliente, de manera de formar un dúo perfecto en armonía y fantasía.

Historia de la casita de jengibre

Sobre los orígenes de la casita y los muñequitos, se cuenta que fueron los cruzados quienes llevaron el pan de jengibre y otras especias a Europa. Contaron la leyenda que un cuarto Rey Mago, que no pudo llegar al pesebre de Belén, llevaba panes de jengibre como obsequio para el Niño Jesús. Es por ello que la tradición cristiana incorpora esta especia a la celebración de la Navidad.

En el siglo XIX, e inspirados en el famoso cuento Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, pasteleros alemanes hornearon las primeras Lebkuchenhaus, las populares casitas de jengibre cuya tradición se extendió luego por toda Europa y América.

Para adquirir o solicitar información sobre la casita de jengibre y otros postres para regalar de El Dulce Casa de Pastelería se puede escribir a infoeldulce@gmail.com o visitar su cuenta de Instagram @eldulceve

También atienden vía telefónica al +58 424-2108430

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