El Formato de las Películas Musicales de Antes: Roadshow (Parte I)

Roadshow

En tiempo reciente, justo antes del Covid-19 que llevó al cierre de las salas de cine en el mundo, se estrenaron dos películas que tenían cierto vínculo con el pasado: una por su duración en pantalla (más de 3 horas con intermedio incluido) y otra porque, a criterio de muchos, era el regreso del musical a la manera de antes. Estas películas eran “Avengers EndGame” y “Mamma Mia! Here We Go Again”. Algunos escépticos vieron estos filmes como trucos para sacar a las personas de permanecer en sus casas viendo maratones de contenidos vía streaming, que en el caso del film basado en los personajes de Marvel Comics se convirtió en el más taquillero de la historia, algo que no sucedió con la secuela del musical basado en las canciones del grupo ABBA.

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«Mamma Mia Here We Go Again», un film que no la tuvo a su favor en la taquilla

Pero quizás no es la primera vez que la industria del cine lanza trucos para atraer al público. Además de los filmes mencionados, también habían cosas como los filmes en 3D, en 4DX, junto con películas trampolín como las de superhéroes o los remakes de acción en vivo de clásicos animados de Disney, o filmes basados en musicales exitosos y que fracasaron en la pantalla grande, como lo fue “El Fantasma de la Ópera” de Joel Schumacher. Pero este film no marcó el final del musical en el cine hollywoodense; esto se produjo mucho antes en 1969 con “Hello Dolly!” que, en cierta forma entonces se parecía mucho al estado actual donde hay solo películas de superhéroes, secuelas y remakes. Esa fue una época donde el cine musical basado en obras de Broadway era la mayor apuesta de los estudios de Hollywood, una era donde nombres como Gene Kelly, Rodgers & Hammerstein, Fred Astaire, Julie Andrews o Judy Garland eran los imanes de la taquilla. Hasta que un día dejó de serlo. Regresemos al pasado.

«The Jazz Singer» (1927)

Cuando en 1927 se popularizaron las películas habladas, era cuestión de tiempo antes que el cine musical apareciera en las pantallas; en principio como números cortos dentro de una revista de variedades, y luego como filmes de formato largo. Un avance en este aspecto se produjo en 1939 cuando es contratado para el estudio Metro-Goldwyn-Mayer el productor Arthur Freed, cuya unidad de producción sería la responsable de crear la era dorada del musical de Hollywood con títulos como “Easter Parade”, “On The Town”, “An American in Paris” o “Singin’ in the Rain”, entre muchos clásicos. Y a lo largo de la década de los 50 y principio de los 60 del siglo XX la forma de presentar el cine musical era bajo el formato del roadshow. Ahora bien, ¿qué es el roadshow?

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El inmortal Gene Kelly en «Singin’ In The Rain»

Es un truco publicitario. Uno que se usaba para dar un aire de prestigio a los filmes que podían ser desde dramas bélicos tipo “The Longest Day”, o aquellos basados en hechos históricos tipo “Dr. Zhivago” o “Lawrence of Arabia”, filmes bíblicos como “Ben-Hur” o “The Robe”, incluso de ciencia-ficción como “2001: A Space Odyssey”, y, por supuesto, los musicales; este formato de comercialización no aplicaba a filmes serie B o para públicos más jóvenes. El razonamiento del roadshow era que, antes de estrenarse masivamente una película, la misma era exhibida por tiempo limitado en salas de cine selectas. Estas funciones eran premium debido a que el mercadeo apelaba a un público más exclusivo (en promedio una entrada al cine regular en Estados Unidos costaba aproximadamente $1; pero si era un roadshow costaba $2 y hasta $3). De acuerdo con el criterio del productor Mike Todd, ganador del Oscar por “La Vuelta al Mundo en 80 Días” y tercer esposo de Elizabeth Taylor:

Aparte del costo superior de estas funciones, duraban en promedio 3 horas o más, no pasaban trailers o comerciales de próximos estrenos y tenían intermedios a mitad de proyección, junto con oberturas al comienzo antes de los créditos y al final al apagarse la pantalla para recrear lo más posible la experiencia de asistir a un musical en Broadway. Además, se vendían souvenirs como programas impresos, pines y demás clase de mercadería relativa a la película, por lo que en estos tiempos un vaso gigante de cotufas con imágenes del film de superhéroes del momento no tiene nada de nuevo.

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Rita Moreno en el número «América» del musical «West Side Story» de 1961, estrenado en formato roadshow

Algo importante a considerar es que el formato roadshow no era exclusivo de los musicales; por ejemplo, “Lo Que El Viento Se Llevó” fue un éxito masivo bajo esta forma de proyección, sólo que el musical se adapta más a este estilo, aparte de ser una forma cara de llevar público a las salas, por lo que las funciones de este tipo eran limitadas y se sustituían luego por “versiones teatrales” más cortas y que permitían más exhibiciones al día. Pero habían casos excepcionales donde el roadshow no solo era un taquillazo sino también un éxito de crítica, con lo cual terminaba siendo un método arriesgado y exitoso a la vez. Por años esta forma de proyección era la norma, hasta que empezaron a lanzarse filmes sin valor artístico destacado en detrimento de este formato, y además, hizo su aparición un nuevo protagonista: la televisión.

El gran rival del cine en el pasado: la televisión

A principios de la década de los 60 muchos empezaron a cuestionar si esta forma de exhibición era válida, si el gasto era tan excesivo que podía arriesgar la existencia de los estudios de cine. Esto vino de la mano de fracasos sonados; el más notorio de estos fue “Cleopatra” de Joseph L. Mankewicz con Elizabeth Taylor y Richard Burton que casi lleva a la bancarrota a 20th. Century-Fox, junto con cambios en el gusto del público que en principio llevaron a los estudios a dejar de lado esta práctica comercial del pasado. Hasta que llegaron Walt Disney y Julie Andrews.

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Julie Andrews en el papel que la lanzó a la fama: Mary Poppins

El estreno en 1964 de “Mary Poppins” marcó el regreso del musical con bombos y platillos, además de iniciar la carrera cinematográfica de Julie Andrews –que no pudo ser con la versión fílmica de la obra “My Fair Lady” que ella había hecho en Broadway- con todo y Oscar a la Mejor Actriz, y además, a un costo de apenas $2 millones. En Norteamérica no se exhibió en formato roadshow, pero en Inglaterra sí y las ganancias eran ligeramente superiores a como era su proyección en Estados Unidos, con lo cual Disney se convenció de meterse en los musicales roadshow. Acto seguido, Warner Bros. estrena “My Fair Lady”, el film más caro del estudio para ese momento ($ 17 millones), protagonizado por Audrey Hepburn y Rex Harrison, que se convirtió en un éxito de taquilla y crítica, alzándose con 8 Premios Oscars, incluyendo el de Mejor Película. Y en el proceso, el roadshow volvió a la pantalla y ganó otra vez.

Audrey Hepburn y Rex Harrison en la versión fílmica del musical de Broadway «My Fair Lady»

1965 fue el año de “The Sound Of Music” basado en el musical de Broadway sobre la vida de la familia Von Trapp, estelarizado por Julie Andrews y Christopher Plummer, ganando cifras monumentales de taquilla, obteniendo también muchos Oscars (incluido el de Mejor Película) y salvando de la quiebra a 20th. Century-Fox. En total, estas 3 películas musicales y roadshows ganaron mucho dinero, además de –en cifras combinadas- obtener 35 nominaciones al Oscar y ganar 18 premios, con lo cual los estudios de cine se abalanzaron a estrenar este tipo de filmes que ya estaban de salida mucho antes, en aras de seguir y copiar lo que lograron las 3 películas mencionadas. Pero los resultados fueron desastrosos.

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De nuevo la gran Julie Andrews en el clásico musical «The Sound of Music»

En nuestra próxima entrega, explicaremos cuáles fueron los motivos y las producciones que sentenciaron a muerte la era del cine musical y de las funciones roadshow en Hollywood, y qué tipo de filmes los sustituyeron. Por lo pronto, haremos como en las películas mencionadas: un intermedio.

Frank Black
Ingeniero de Sistemas. Social Media Manager. Director e Instructor en Marketing Digital. Twittero. Tolkeniano. Beatle fan. Apple fan. Hedonista. Buscador de tendencias.
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