Unos meses después de volver al mundo de la moda, el ex director creativo de Lanvin Alber Elbaz murió de COVID-19 ayer sábado en Paris a los 59 años de edad. Su muerte fue anunciada este domingo por el grupo de lujo Richemont a través de su cuenta de Instagram revelando que el diseñador pasó tres semanas luchando contra la enfermedad.
El diseñador israelí-estadounidense era uno de los más queridos de la industria, fue el encargado de devolver a Lanvin a su puesto de honor; abandonando el foco luego de su expulsión en el 2015, Elbaz regresó hace unos meses a la industria con firma propia.
Nació en Marruecos, se crió en Israel y emigró a Nueva York en busca de su sueño de hacer moda logrando tener una carrera exitosa con grandes marcas como Yves Saint Laurent, tras haber pasado antes por Guy Laroche a finales de los noventa. Estuvo al frente de Lanvin por 14 años transformando una de las casas más antiguas de Francia en uno de los nombres más populares, con ventas de más de 200 millones de euros.
Unos años más tarde, se unió al grupo de lujo Richemont para crear su propia marca AZ Factory, que tenía un concepto de democratización en las que muchos pudieran tener acceso a sus tan reconocibles drapeados y vestidos de coctel. Con su estreno se rompieron muchas reglas ya que su denominado ‘’show fashion’’ fue una especie de programa de variedades con prendas de precio medio, algo inconcebible en el mundo de la Alta Costura que cuenta con 2000 clientas ricas en todo el mundo, en su mayoría de origen árabe.
El presidente ejecutivo de la Federación de Alta Costura y Moda, Pascal Morand dijo a través de su cuenta de Twitter: “Trágica desaparición de Alber Elbaz, gran diseñador de moda y gran artista, intensamente apegado al saber hacer, con ganas de innovación de la que entendía todo su alcance y necesidad. Tenía tanto talento y también genio. Inmensa tristeza”.
El mundo de la moda se despide hoy del hombre de las gafas y las eternas pajaritas y que marcó el mundo de la moda con sus pequeños vestidos de coctel que grandes actrices como Natalie Portman utilizaban orgullosas.