Recuerdan que hace meses se hablaba del naked dress como elemento de estilo indiscutible para lograr looks atrevidos y románticos, esta temporada el emblemático vestido de nuestra década se transforma en su versión más surrealista para empezar a jugar con las superposiciones.
Esta nueva forma de llevar el naked dress es un desafío para los más conservadores pues es toda una declaración de intenciones, sobre todo para las restricciones de las redes sociales; pues estamos ante un vestido que muestra la anatomía femenina en todo su esplendor pero en realidad no lo hace. ¿Suena confuso, no? Pues resulta que esta temporada se llevan los vestidos con pezones a la vista y otras partes del cuerpo más comprometedoras, pero eso sí no serán los nuestros, estos van pintados a la tela de manera prolífica tanto en realismo como en ubicación.
Una vez más la moda da soluciones anárquicas para burlarse de las normas establecida, mientras los likes de las celebrities suben, las penalizaciones lloran desconsoladamente el vacío legal que abrió la estilista y diseñadora Lotta Volkova con la presentación de su colección para Jean Paul Gaultier, en ella se versionaron varios de los trajes más icónicos del diseñador, entre ellos los vestidos desnudos que imprimen sobre la tela para que se convierta genuinamente en una segunda piel, con todas sus implicaciones.
Claramente, la controversia está servida, la socióloga y autora del libro ‘The Fashioned Body: Fashion, Dress and Social Theory’ declaro para la revista Vogue: ‘Vestirse con ropa que simula el cuerpo desnudo permite al sujeto ajustarse a la norma (esa que dice que siempre debe estar vestido en el espacio público, a menos que viva en colonias nudistas), mientras disfruta al mismo tiempo de la sensación de desafiar esta regla aparentando estar sin ropa”.
En la década de los noventa figuras como Naomi Campbell y Kate Moss circulaban no sólo por las pasarelas con vestidos que revelan mucho, sino que los convirtieron en las prendas que muchas soñaban usar pero ninguna se atrevía. Hasta este 2023, en el que vamos a imprimirle toda la ironía y desafío porque iremos de alma desnuda sin que nos puedan criticar.
¿Qué opinas, te tienta desafiar las normas?