4 errores que nos impiden disfrutar más del champagne

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A veces, sin darnos cuenta, cometemos estas equivocaciones y nos privamos del goce absoluto del rey de los vinos espumosos:

  1. Usar una copa de flauta. Aunque este tipo de copas son perfectas para entregarse al placer visual de disfrutar las burbujas, la realidad es que sufren los aromas y sabores. Una buena copa de vino blanco es ideal para apreciar matices que son de difícil percepción en una flauta.
  2. Limitar demasiado las armonías o maridajes. Esperar por el foie gras, las ostras o el chocolate como únicas alternativas para comer con champagne es olvidarnos de su versatilidad. De hecho, por su manera de interactuar con comidas saladas o con mucha grasa, el champagne blanco o rosé son buena compañía para comidas como pollo frito, perros calientes, platos con salsa BBQ o papas fritas.
  3. Llenar demasiado la copa. Si te sirves mucho, no sólo no dejas espacio en la copa para que haya el suficiente oxígeno y puedas sentir sus perfumes sino que además corres el riesgo de que se caliente muy rápido y no disfrutes su frescura.
  4. Esperar una ocasión especial para el descorche. El champagne es uno de esos privilegiados vinos de los que se puede decir sin lugar a dudas que ellos mismos al servirlos hacen cualquier ocasión especial, así que no pierdas oportunidad para disfrutarlo. (Con información de HuffPost Taste)
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