El yoga es una disciplina milenaria que busca una conexión entre el cuerpo y la mente. Por esta razón, está tan unida a religiones como el budismo y el hinduismo. Muchos toman esta práctica como un ejercicio suave y enfocado a la relajación. Esto es un resumen simplísimo ya que es una práctica con mucha complejidad que abarca mucho el mundo espiritual. Hoy te vamos a decir cuáles son los tipos más frecuentes de yoga, porque no es lo mismo un Vinyasa que un Kundalini.
El yoga se puso muy de moda en la época de los años 60; con la influencia de las filosofías orientales, no solo los hippies lo practicaban, sino círculos más selectos. Esta época era conocida como la New Age o Era de Acuario y todo aquel que buscaba una nueva espiritualidad acudía al yoga.
Como suele suceder, con el paso del tiempo, en occidente el yoga empezó a desvirtuarse de su faceta espiritual convirtiéndose en una disciplina más práctica para reducir estrés y conseguir bienestar físico.
Si quieres iniciarte en esta disciplina, consigue en las opciones que te dejamos a continuación cuál se adapta más a tu estilo.
Bikram Yoga
Es una modalidad de Hatha Yoga que se practica en habitaciones calientes, normalmente a unos 40 grados. No se debe confundir con el Hot Yoga porque ambos se practiquen en habitaciones calientes, el Bikram consta de 26 posturas que se realizan en una secuencia concreta. Incluye también ejercicios de respiración; por otro lado, el Hot Yoga tiene más variedad de asanas y no sigue un orden concreto.
Importante: En principio, cualquiera puede practicarlo, el calor hace que los músculos se estiren mucho mejor pero no te recomendamos esta modalidad si no aguantas el calor o si eres de tensión baja.
Hatha Yoga
Es un yoga físico, basado en posturas o asanas que combinan la parte física con la respiración y la meditación, pero no es común ver estos elementos en las clases colectivas que imparten en los gimnasios. Los centros de yoga sí toman en cuenta la introducción de estos elementos.
Puede ser practicado por todo el mundo, independientemente de la flexibilidad ya que el objetivo es la relajación.
Ashtanga Yoga
Se centra mucho en la parte física del yoga; en esta modalidad los asanas son movimientos muy fluidos, pero rápidos y están muy ligados a respiración. Por ser tan vigoroso, no está indicado para todo el mundo. Otro rasgo destacable es que el orden de las posturas está predeterminado.
Si eres principiante, debido a su ritmo y que muchas posturas requieren mucha fuerza para realizarlas, no te lo recomendamos de manera inmediata a menos que quieras un entrenamiento más enérgico.
Power Yoga
Es un derivado del Ashtanga y su práctica es más intensa y exigente físicamente. El cambiar de postura se hace de una forma más fluida, pero con una exigencia cardiovascular más intensa. Requiere de mucha resistencia, fuerza y flexibilidad.
Esta modalidad está pensada para niveles intermedios a expertos.
Yoga Aéreo
Se practica suspendido en el aire, normalmente con una tela que ayuda a realizar las asanas tradicionales del yoga. La tela facilita mantener las posturas durante más tiempo.
Vinyasa Flow Yoga
Lo más importante de esta modalidad es coordinar los movimientos con la respiración de manera que los movimientos se hagan junto con la inhalación y exhalación o retención de aire. Los movimientos son muy fluidos, esto ayuda a que el cuerpo se oxigene y ayuda a la relajación. Es ideal para todo el mundo, respetando las limitaciones del cuerpo.
Kundalini Yoga
Es el de la energía, es la rama que se preocupa por despertar la energía cósmica o kundalini. Se utilizan los asanas, el pranayama (respiraciones), mudras (gestos psíquicos), bandas (llaves energéticas), mantras (sonidos misticos), visualizaciones y técnicas de meditación.
Se encarga de activar los 7 chakras que el ser humano posee en una espina dorsal. El despertar de los chakras provoca que el practicante entre en niveles superiores de consciencia.
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