Nuestra proyección de imagen personal es importante en todos los ámbitos de nuestra vida,pero si se trata del aspecto laboral cobra más importancia. Porque no solo hablamos de quienes somos, sino que es nuestra carta de presentación para proyectar lo que queremos a través de la ropa; así que te contamos qué debes evitar a la hora de ir a la oficina.
Los códigos de vestimenta en nuestro lugar de trabajo permiten demostrar los valores de la empresa o de aquello que estamos ofreciendo. En materia laboral debemos ser coherentes con lo que queremos, cómo lo queremos, cómo lo hacemos y cómo vestimos así que ten lo siguiente en cuenta.
Errores que debemos evitar
- Ropa arrugada y con manchas: es algo obvio que se ve mal, pero porque habla mucho de quién eres, de tu estilo de vida y de cómo haces las cosas. El que te tomes el tiempo de cuidar de tu aspecto y aseo representa compromiso y respeto.
- Escotes pronunciados: todo tiene su momento y su lugar, en el trabajo hay que mantenerlo discreto y con elegancia, si bien es cierto que nos vestimos para nosotras mismas también lo hacemos para respaldar quiénes somos dentro de nuestra área laboral.
- Transparencias: al igual que sucede para el punto anterior no es el momento ni el lugar para este tipo de prendas, envía una señal equivocada y resta credibilidad.
- Exceso de accesorios: puede ser un elemento distractor a la hora de entablar conversación con un cliente, además puede ser que en algunos casos nos reste comodidad, así que mejor lo dejamos para fuera de la oficina.
- Ropa muy ajustada: nuevamente nos resta comodidad, credibilidad por ser reveladoras y no cumplen con las reglas del dress code.
- Reconoce y aplica el código de vestimenta: hay oficinas que tienen una serie de normativas, siempre puedes darle un poco de tu toque personal pero dentro del límite de lo aceptable. Si la empresa es más flexible, elige un punto medio entre lo que quieres proyectar y cómo se visten tus compañeros y jefes.