Deslumbrar y convertirte en la más guapa de la fiesta. Estas son las premisas sobre la que se ha construido la colección más nocturna. La noche y los reflejos metalizados de las estrellas inspiran las prendas en las que domina su color por excelencia. El negro.
Siluetas fluidas, en las que domina el largo midi, se presentan en georgette, crepe, organza, tul o cadi, y se iluminan con lentejuelas y bordados.
Predominan las líneas y cortes geométricos inesperados que solo ceden el minimalismo formal para dar un aire romántico en algunas prendas que destacan por la utilización del nido de abeja y detalles como los cuellos victorianos o las mangas abullonadas.
Un sinfín de tonalidades de negro, en ocasiones superpuestas, que juegan con los brillos, las transparencias, los bordados y los acabados más mate. Sorprende el uso del punto circular metalizado plata en piezas que mantienen los códigos nocturnos, pero con mayor versatilidad.
Una capa en visón hace de broche final de la colección, representando una apuesta por la calidad y el lujo más sofisticado.