Cuando tu padre fue uno de los músicos más groundbreaking de la historia de la música, es evidente que tu nombre será conocido por las masas. Éste es el caso de Frances Bean Cobain, hija del legendario vocalista de Nirvana, Kurt Cobain, y la cantante Courtney Love.
Creciendo en ese alboroto, con las altas y bajas de su madre en relación con las drogas y las constantes teorías sobre las circunstancias de la muerte de su padre, Frances se desarrollo para convertirse en una artista visual cuyo street style, tildado por muchos como una mezcla de grunge boho chic, se ha domiciliado en la comodidad y la frescura del goth style.
Las similitudes físicas con su madre son innegables y sus ojos parecen una réplica de los de su padre en un azul más fornido y brillante. Su look, así como su nombre, no han pasado desapercibidos por Marc Jacobs.
Así como una vez se interesó en Courtney para que fuera parte de una de sus campañas, Jacobs no perdió la oportunidad de seducir artísticamente a Frances, la nueva cara de la colección spring/summer 2017.
«La primera vez que conocí a Frances Bean fue en una cena con su madre (Courtney) y Anna Sui en 1994 en el Bar Six en Nueva York, cuando ella tenía 6 años. Siempre he querido trabajar con Frances. Su belleza, carácter único y fuerza son cosas que siempre he admirado y respetado. Pocas cosas son tan constantes para mí como la perpetua inspiración que me proporcionan aquellos cuya honestidad, integridad, coraje y curiosidad les conducen a explorar y tomar riesgos más allá de fronteras preconcebidas.» – Marc Jacobs.
El diseñador neoyorquino, caracterizado por su irreverente y controvertido estilo al momento de crear, fue la persona correcta para incluir Cobain en el proyecto. Fue tanta su química que la ahora modelo afirmó en una entrevista en Vogue que si no fuera por Marc, no lo hubiera hecho.
«No creo que vaya a modelar para nadie más por mucho tiempo. Esto es 100% fuera de mi zona de confort. No lo habría hecho con nadie aparte de Marc.» – Frances Bean Cobain.
Las primeras fotografías de la campaña de Marc Jacobs ya salieron a la luz. Fotografiada por David Sims, uno de los habituales colaboradores de Jacobs, tenemos a una Frances relajada en fotografías blanco y negro, usando piezas que visiblemente no están alejadas de su estilo personal: vestidos cortos y frescos, construidos en encajes, transparencia y bell sleeves muy a los 70s (¡Que están de vuelta!).
«Yo no modelo a menos que crea que el proyecto es genial ni pongo mi nombre detrás de algo en el que realmente no creo», comenta Cobain a Vogue. «Pensé que esta colección era genial y me halagó que Marc pensara en mí para ella. Lo que le comenté a Marc cuando le dije que sí, era que él es un underdog para las masas. Sigue siendo muy rebelde en el mundo de la moda y ha sido así toda su carrera.”
Marc Jacobs tiene en su repertorio de modelos a profesionales como Susan Sarandon, Cher o Willow Smith. Muy diferentes entre sí, pero con algo en común: No siguen las reglas de lo ordinario.
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