El modelo Brera fue diseñado por primera vez en 1968. En una época en que Europa atravesaba por grandes movimientos culturales y sociales, destinados a cambiar la historia del continente. Para ese entonces, Renzo Rossetti lanzó un estilo de calzado revolucionario en un momento en que Italia era un lugar austero, no centrado en los detalles, y donde la simplicidad era una forma de vida cotidiana en lugar de una tendencia. Renzo decidió introducir borlas en sus zapatos, lo que resultó ser un desarrollo duradero en el mundo de la moda.
Brera, que toma su nombre del antiguo vecindario de Milán, cuya atmósfera libertina y sin prejuicios inspiró el zapato, marcó el comienzo de otra revolución de estilo. Inicialmente diseñado como un zapato para caballeros, pronto se ofreció en una versión femenina, convirtiéndose en uno de los símbolos de la mirada masculina para las mujeres.
Junto con el modelo de Brera, Fratelli Rossetti ofrece una colección que acentúa el dualismo y la ambigüedad, eliminando el borde fuerte masculino del calzado al agregar decoraciones extravagantes como abalorios o amuletos. Una vez más, la atención se centra en el concepto #sexyinflats que Fratelli Rossetti promueve desde la década de 1970: la feminidad no es una cuestión de tacones altos, sino de estilo. Los modelos masculinos, presentados por primera vez durante la Semana de la Moda Femenina también se centran en el concepto de los opuestos, con volúmenes sólidos con un borde más suave gracias a detalles sofisticados, como costuras contrastantes o bordados con un toque exótico.
El sentido del dualismo está encarnado en un escenario no convencional: la opulencia del Palazzo Visconti, que se caracteriza por elementos pop contrastantes que rompen el molde de la tradición, combinando la realidad virtual con lo análogo y dando lugar a un diálogo imaginario entre los zapatos y el observador.