Gana fuerza intentando estos ejercicios tibetanos

El Tíbet es reconocido mundialmente por ser un lugar donde ir a buscar respuestas, algunos van a encontrar la fórmula del desapego, otros van a conectarse con su esencia y su cuerpo, mientras que otros buscan la eterna juventud como es el caso de Peter Kelder; su experiencia con los tibetanos la relató en su libro The Eye of Revelation publicado en 1936. Los ejercicios documentados ayudan a que ganemos fuerza y flexibilidad, te explicamos cómo.

Los ejercicios tibetanos son unas prácticas basadas en el yoga, es decir que no se fundamentan en el trabajo del cuerpo en sí, sino en la unión entre cuerpo y mente. Se dice que esta práctica alinea los 7 chakras, nos ayuda a entrar en un estado de consciencia plena, contribuyendo con nuestro bienestar.

Desde hace más de 2000 años estos ejercicios han sido practicados por monjes tibetanos; estos sostenían que el proceso de envejecimiento podía ser hasta cierto punto revertido y estos ejercicios ponen a trabajar todos los músculos de nuestro cuerpo, ayudándonos a ganar flexibilidad.

Las técnicas que te expondremos a continuación son fáciles de llevar a la práctica y de recordar:

Ejercicio 1

Para hacerlo debemos adoptar una postura lo más recta posible mientras estamos de pie, los brazos deben estar al nivel de los hombros, mientras estos tendrán que estar en paralelo al suelo durante todo el ejercicio.

Seguidamente, giraremos el cuerpo dentro del eje, en sentido de las agujas del reloj. Vamos a realizarlo de unos 3 a 6 giros por sesión. Por último, inhalaremos solo por la nariz de manera consciente para que nuestro cuerpo se oxigene.

Ejercicio 2

Para nuestra segunda práctica vamos a acostarnos de espalda en el mat de yoga, estaremos con los brazos a lo largo del suelo, mientras respiramos por la nariz de manera profunda y luego alzaremos la cabeza y las piernas manteniéndolas en el aire.

Luego, cuando vayamos a exhalar todo el aire colocaremos la cabeza y las piernas en la posición inicial. Se sugiere no flexionar las rodillas, mantener los hombros y las caderas pegados al suelo; este ejercicio lo repetiremos 3 o 4 veces manteniendo nuestra respiración controlada; de esta forma bajamos los niveles de ansiedad y estrés.

Ejercicio 3

Colocamos las rodillas con las piernas paralelas entre sí posicionándolas al ancho de nuestras caderas. Por otra parte, los brazos deben estar extendidos a lo largo de nuestro cuerpo y las manos encima de los glúteos o la zona lumbar.

Inhalaremos por la nariz mientras inclinamos la cabeza hacia adelante hasta tocar el pecho con la barbilla. Luego exhalaremos todo el aire al mismo tiempo que llevamos la cabeza hacia atrás y flexionamos la espalda. Debemos intentar estirar el pecho hasta el máximo, finalmente con las manos aun apoyadas volvemos a la posición inicial y lo repetiremos de 3 a 4 veces.

Sin lugar a dudas, la filosofía de los tibetanos es digna de contemplar y llevar a cabo.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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