Givenchy, la elegancia tiene nombre de hombre

Es posible que en el mundo de la moda, dada la rapidez con la que evoluciona, sea difícil encontrar el origen histórico de ciertas tendencias y gustos. Tal es el caso del invaluable aporte del grande de la industria Hubert de Givenchy, que pese a que estuvo muy apartado de la palestra pública durante los últimos años de su vida, su estilo ha sido icono del buen gusto parisino. En este artículo, nos proponemos hacer un repaso de su vida.

Givenchy nace en 1927 en la ciudad francesa Beauvais en el seno de una familia aristocrática. Su abuelo, que poseía una fábrica de tapices, pone en contacto al joven Givenchy con un mundo lleno de muebles, colores y telas.

Givenchy la elegancia tiene nombre de hombre

La infancia de este ilustre diseñador queda marcada por la prematura pérdida de su padre. Givenchy sería criado esencialmente por su madre. Vale decir entonces que, incluso durante los primeros años de su vida, años de vacíos y estereotipos fuertemente arraigados en la conciencia colectiva de la sociedad francesa del siglo XX , él ya  sabía que la moda le daría sostén a su vida. De esta forma, cuando cumple 17 años, abandona la comodidad de su hogar para dedicarse a la costura en París.

A llegar a la capital francesa, logró formarse de la mano de grandes personalidades como Robert Piguet, Lucien Lelong y hasta de la mismísima Elsa Schiaparelli. Ya al poco tiempo de haber llegado a París,  Givenchy había abierto su propio taller y emprendido su camino al éxito.

Cuatro años más tarde, cuando Givenchy tuviera 21 años, conoció a su gran amigo Cristóbal Balenciaga, persona que influenció su vida para siempre. Hubert reconocería a su gran amigo como una inagotable fuente de inspiración, que al mismo tiempo se proyectaría en su muy particular manera de entender y hacer costura.

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Su debut en la moda llega en el año 1952, cuando Givenchy tenía solo 25 años. ¿Cómo fue percibido este debut? La revista Vogue escribía sobre su desfile inaugural: “El aplauso fue sonoro, incondicional y prolongado”. No podría ser de otra manera, su visión rejuvenecía una tendencia en la moda que empezaba a pecar de convencional y rígida.

Un elemento digno de mención es la presencia de Bettina Graziani, la precursora de las supermodelos, en el desfile inaugural del diseñador. Bettina fue una persona de gran relevancia para él dado que la exitosa modelo se convertiría en una de sus musas a lo largo de toda su carrera. Además, dado el talento mediático de la supermodelo americana, ésta logró introducir de manera más que satisfactoria el imaginario del diseñador francés al mercado estadounidense. Luego de esto, el éxito pasó a ser la rutina del diseñador francés.

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El mantra detrás de todos estos logros: “Como en las grandes obras de arte, la única manera de crear alta costura es eliminar y eliminar para obtener la esencia de la línea, que es la inteligencia de una prenda”. De tal tenor es el principio rector detrás del sello Givenchy.

Los años 70’s serían muy interesantes para el diseñador y para el mundo de la moda en general ya que la firma GIVENCHY no estaría ya solamente en ropa de alta costura, sino que además ahora se extendía a prendas prêt-à-porter y artículos de variada gama; como una nueva línea de ropa masculina, accesorios, perfumes e incluso productos para el hogar.

A finales de los 80, la firma es adquirida por el grupo LVMH. Poco después, en 1995, Hubert decide retirarse del mundo de la costura. La dirección creativa de la firma seria dirigida por John Galliano y otras ilustres personalidades de la moda como McQueen, Ricardo Tisci y Clare Waight Keller, anteriormente al frente de Chloé.

Givenchy la elegancia tiene nombre de hombre

Los últimos 20 años de la vida de Givenchy estuvieron marcados por sus muy esporádicas apariciones en público y por su dedicación a su colección de antigüedades. Parecía no sentirse muy complacido por los rumbos que la moda moderna estaba circulando, una de sus últimas declaraciones fue: “A veces me pregunto: ‘¿Ha perdido el rumbo la moda contemporánea?’. Le encuentro poco sentido a todo”

Poco después, en el año 2018, para lamento de sus amigos cercanos y la moda mundial, Hubert Givenchy moría a los 91 años de edad.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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