La industria de la moda se detuvo por unos segundos al escuchar la incrédula noticia de que Balenciaga se aliaría con Gucci en el desfile que tuvo lugar el pasado 15 de abril. La revista de referencia, WWD, se encargó de avivar el ‘hype’ con todo tipo de rumores de la que podría ser la colaboración con más relevancia de la historia de la moda.
Y así sucedió. Bajo el nombre de ‘Aria’, Gucci presentó su nueva colección en un film dirigido por Alessandro Michele y Fiora Sigismondi, colaboradora habitual de la casa, rodado en los estudios romanos CineCittá. En este corto, la firma imaginó una fiesta en Savoy, el mítico hotel donde comenzó la historia de Gucci.
Gucci y Balenciaga no dejan de sorprender
Gucci y Balenciaga 
Gucci y Balenciaga 
Gucci y Balenciaga
Este espectáculo se realiza al margen de cualquier semana de la moda. Alessandro Michele, director creativo de la firma italiana, anunció el año pasado su intención de desvincularse por completo de los estándares de la industria. Y cumplió su amenaza: ese mismo año hizo un desfile de 12 horas llamado Epilogue, y ahora va a presentar su colección en solitario.
Una colección inigualable
La colección, que se ha presentado en forma de corto audiovisual, está en realidad diseñada únicamente por Michele, sin colaboración con Balenciaga.
Lo que sí hemos aprendido de los cortes de los diseños, los logos y los comunicados del propio creador es que Aria se ha creado con una gran influencia de los diseños de Demna Gvasalia y de Tom Ford. Según informan desde la casa, Michele salió del primer desfile del diseñador de Balenciaga fascinado y ha querido rendirle homenaje con esta colección.
Cambiando el rumbo de la moda
Ambas firmas comparten un imaginario en el que el género se diluye, lo ‘nerd’ está de moda e incluso lo objetivamente ‘feo’ puede ser lo más bello. Alessandro Michele, director creativo de Gucci, apostó de nuevo por el fetichismo con trajes rejillas, arneses y plumas.
Gucci y Balenciaga 
Gucci y Balenciaga 
Gucci y Balenciaga
La casa de lujo italiana cumple 100 años y, como homenaje, el diseñador quiso revisitar el pasado, con tintes de la década de los setenta, para mirar hacia el futuro. Aprender para volver a construir.
