Ibiza es reconocida en el mundo por sus azules aguas mediterráneas. La isla española es el destino de los jóvenes que aman la fiesta. Si vas a Ibiza, prepárate para dormir en el día sobre una toalla y para vivir en la noche dentro de cualquiera de sus discotecas.
La mejor manera de llegar a Ibiza es por avión. La primera recomendación es que rentes un carro, de lo contrario gastarás demasiado dinero en taxi. Recógelo en el aeropuerto y te darás cuenta que las distancias son muy largas; en un lado de la isla están las playas y en el otro las discotecas.
Formentera es imperdible. Dirígete al pueblo de Ibiza y toma el ferry, es un viaje corto de casi dos horas donde los mareos pueden aparecer, pero valdrán la pena porque el destino es un paraíso. Visita cualquier playa dentro de la pequeña isla de Formentera; es Europa así que no necesitarás tumbonas. Estira tu toalla sobre la arena y aplícate mucho protector. Te aseguramos que no querrás que llegue la hora de tomar el ferry de regreso.
En esta isla de pura diversión hay discotecas con música para todos los gustos, los line-ups dan escalofríos, desde David Guetta hasta Paris Hilton tienen una mesa de discos esperando para ellos un día por semana.
La recomendación es comprar las entradas con antelación. Si te gusta el house y la electrónica, no puedes dejar de ir al estadium de las discotecas. Amnesia, una de las discotecas más grandes del mundo, es la casa del icónico, Marco Carola quien mezcla personalmente cada viernes hasta las ocho de la mañana. No podrás creer el gentío dentro del lugar; y si eres de souvenirs, compra un abanico con el logo del Music On.
No puedes perderte los domingos de Solomun en Pacha, una local más pequeña pero la música del verdadero rey del house music retumbará en tus oídos y estarás consciente de que podría ser la mejor fiesta de tu vida.
Disfruta de Ibiza todo lo que puedas. El puerto de la isla es verdaderamente encantador, los yates de miles de pies quedarán grabados en tu wish list. Aprovecha y come comida rápida siempre que puedas y así tengas sueño, con toda tu fuerza de voluntad, despierta tras la fiesta y dirígete a la playa; preferirás dormir escuchando el mar que en tu habitación del hotel.
