Quien va a París nunca regresa igual. Si un viaje relámpago puede cambiarte, ¿qué no haría una estancia prolongada? Quienes son más sensibles a la moda sufren una gran metamorfosis en la ciudad del amor y el glamour. Marissa Cox fundadora del blog Rue Rodier que habla de fotografía y estilo de vida, contó cuáles fueron las lecciones de moda que aprendió viviendo en París.
1# lección: Los zapatos altos son un mito
Según contó en whowhatwear.co.uk los zapatos de interminable tacón en el uso diario de las parisinas es solo un mito. Estas mujeres son sin duda una de las equilibristas más exitosas entre el confort y el estilo ya que sus zapatos de uso diario e incluso para eventos constan de un tacón pequeño cuadrado, súper cómodo que te ofrece lo mejor de los dos mundos: por otra parte, no falta el uso de las bailarinas, botines de medio tacón y las alpargatas.
2# lección: Sácale partido a lo que tienes para ser feliz
La blogger aclaraba que ella siempre se había sentido un tanto incómoda con la falta de escote y solía utilizar brasieres acolchados que aportaran un poco de volumen. Ahora en lugar de ello elige sostenes delicados de encaje que le den una nueva forma de sensualidad sin tener que menospreciar lo que tiene. Así que la invitación está más que clara y es aceptar lo que tenemos y sacarle el mayor partido que podamos. ¿Tienes una sonrisa maravillosa? ¡No temas destacarla!
3# lección: Dile adiós a los jeans ajustados
Basándose en la icónica Jane Birkin, Cox se ha decantado por los jeans de corte recto y cintura alta para llenar su armario y obtener ese añorado look parisino tan amado por todos. Además, es ideal para lograr un equilibrio perfecto entre las caderas más anchas.
4# lección: Haz siempre compras de inversión
Algo que caracteriza a Paris y sus habitantes es la mezcla de lo antiguo y lo moderno. Esto ha sido logrado gracias a una estructura atemporal en la que las compras se caracterizan por la calidad y por basarse en los clásicos.
Con estas lecciones podemos explorar nuestro propio estilo pero siempre manteniendo ese delicado rasgo elegante que caracteriza a los habitantes de París.