En su momento te contamos las opciones disponibles a la hora de utilizar el naranja, parecía un reto titánico y resultó ser algo tan simple como respirar; hoy llega el turno del otro color de la temporada, el lila. Este color es sinónimo de magia y feminidad y es super sencillo a la hora de combinarlo.
Empecemos por las apuestas fáciles y ganadoras como lo son el blanco, el verde y azul pastel; estas tres opciones son sin lugar a dudas las más frescas y veraniegas. A esto podemos sumarle el uso del amarillo pastel, siempre parte del hecho que el lila es la prenda protagonista, y las demás sus actores secundarios por lo que puedes utilizar un blazer en este color y complementarlo con una blusa azul de cuello bobo.
Ahora, para quienes quieran arriesgar, vamos con las dos macrotendencias del color: el naranja y el lila. El contraste cromático resulta muy atractivo y sofisticado, hay dos maneras de enfocarlo; la primera es elegir un look monocromático de lavanda y lila con accesorios naranjas que rompan la armonía o ir directas al todo o nada y crear bloques de color.
Si algo caracteriza al color lila es su cualidad romántica, por ello es inevitable que si queremos caer en una onda más sutil y casi cursi es combinarlo con tonos rosados, en mayor o menor intensidad será más irreverencia o más tierno. Para utilizar esta combinación no hay como apostar por los maxi vestidos y zapatillas deportivas con una sobrecamisa.
Finalmente, el lila va muy bien con los atemporales jeans pre-lavados, esta opción nos va a permitir ser más osados a la hora de conjuntar las piezas o de adquirir prendas lila en sus versiones más vanguardistas. Este color en particular no siempre ofrece una zona de comodidad si no estamos muy acostumbrados a jugar con la paleta cromática, si este es tu caso empieza dando pequeños pasitos con los accesorios, desde zapatos hasta bolsos.
¡Con estos super tips estás listo para ser una prescriptora del estilo!