A la hora de regalarle a los pequeños de la casa queremos conseguir algo que les de mucha ilusión, que puedan recordar aun siendo adultos y que además de ser súper divertido también sea seguro; pensando en ello nos fuimos a babycoches y encontramos los coches de batería como la solución ideal para dar un regalazo ahora que se acercan las navidades.
¿Un coche eléctrico infantil?
Todo niño quiere una de estas maravillas, pues estos coches eléctricos infantiles están constituidos por una batería que impulsa el movimiento; de acuerdo a su dimensión, peso y otras características la batería varía para dar con una capacidad distinta de voltaje y permitir el desplazamiento del niño.
¿De qué batería hablamos? ¿Es segura?
Lo primordial es la seguridad del niño y por eso nos parece importante destacar que las baterías que se emplean para hacer estos coches son completamente seguras, y como te explicábamos en las líneas anteriores cada una se ajusta al requerimiento del infante.
Por ejemplo, las baterías más utilizadas en los coches eléctricos infantiles, para niños de 1 a 6 años son las de 12V. Estas tienen una gran potencia que permiten soportar hasta 35kg de peso, y poseen una larga duración que llega a la hora de uso prolongado.
Con esta batería hay muchísimos modelos de coches disponibles y entre los más divertidos está el coche de policía.
Pero no solo los peques de hasta 6 años pueden disfrutar de estos coches, pues hay los que vienen con baterías de 24V, siendo una de las más potentes del mercado y que están destinadas a coches más pesados, para niños más grandes o para ser biplazas, por lo que requieren de una mayor fuerza.
¿Cuánto pueden durar estas baterías?
La respuesta se esconde en cada fabricante al igual que la potencia de cada coche, pero en medida general podemos decir que las baterías tienen una vida limitada, pero su ciclo es bastante largo pudiendo soportar hasta 300 ciclos, es decir llegar a las 300 cargas.
Los coches infantiles eléctricos tienen a su favor la remoción y sustitución de las baterías por lo que al agotarse la vida, puede ser reemplazada sin mayores dolores de cabeza, lo que supone un gran ahorra a largo plazo por ser un juguete casi eterno.