Con esta nueva colección llamada Riders of the Knights, la Maison le rinde tributo a esa poderosa visión que impulsó a tantas heroínas medievales a trascender sus limitaciones y forjar su propio destino.
Estas mujeres dejaron una marca profunda en un mundo de hombres, formando su destino.
Son la verdadera personificación de la determinación e independencia, valores que reflejan a la mujer Louis Vuitton.
En homenaje a ellas, la Maison ha creado un traje de armadura, hecha de luz. Un blazer luminoso que expresa el resplandor de quien lo use. Irradia luz en una coreografía luminosa de gemas brillantes y diamantes – cientos de ellos, inicialmente pensadas para una línea de 50 diseños, que será extendida a 50 piezas más.
En primer plano, un zafiro azul real bellamente aterciopelado con un peso de 19.31 quilates, en contraste con una malla luminiscente tejida con unos 1.600 diamantes.
El Royaume ha refinado líneas arquitectónicas que mezclan componentes del diseño medieval, como portcullis, cadenas, y un puente levadizo.
Con una forma inspirada por el gorgo – una pieza especial de armadura diseñada para proteger la garganta – el Royaume es memorable por su exquisita delicadeza y la manera sutil que cubre la piel.
Un zafiro azul real – la más elegante de las joyas – toma el centro del escenario para simbolizar la protección del reino.
Otra pieza, el collar Cavalière, presenta la espinela, una gema preciosa que simboliza el ardor y el coraje. Ahí, es cortada después de colocarla para ser contrastada con los diamantes. La espinela es distintiva por su intenso color rojo, con destellos de naranja.
Este amuleto presenta un medallón en el centro acompañado de Lapis Lazuli, pulida hasta lograr un acabo aterciopelado que desencadena el brillo cristalino de la esmeralda y resalta el minucioso trabajo del lapidario. Una complementariedad cuidadosamente elaborada entre piedras de corte redondas y de baguette amplifica el juego de la luz, mientras que la delicadeza de los ajustes de la pulsera oculta la promesa del amor.
Tomó meses en ensamblar los 70 zafiros y las 100 esmeraldas que se juntan para adornar el cuello.
La fuerza narrativa de esta colección da rienda suelta al diseño, en una colección escultórica que invierte todos los marcos de referencia. Con un vocabulario visual de finas líneas, juego de luces claroscuro, sensuales vueltas y rigurosos contrastes entre la simetría y la asimetría, ponen el reflector directamente en las espectaculares joyas.
En el collar Reine, nueve deslumbrantes aguamarinas de un azul de Santa María, con un peso combinado de 153 quilates, evocan la magnificencia de las joyas dinásticas y el poder soberano.
Los biseles están hechos a mano para adaptarse con precisión a cada una de las piedras. Cuentan con un símbolo único, esculpido y montado en una cadena de pavé con diamantes de 24 quilates.
La Reine, la reina, fue una figura destacada en la época medieval, y aparece en esta colección como una mujer independiente y decidida que controla su propio destino.
Una gran cantidad de detalles distingue esta nueva obra, que demuestra este virtuosismo como sólo poseen los joyeros más destacados.
La colección Riders of the Knights logra una estética inmersiva dibujada de los códigos medievales de caballería y las crestas heráldicas.
Cada una de estas piezas figurativas, Le Royaume, La Cavalière, La Reine, cuenta una historia en la que las muchas facetas creativas de la Casa encuentran expresión, ya sea en la simplicidad arquitectónica de una fortaleza, la transitoriedad luminiscente de la intuición o el aura protectora de un talismán.