Sin duda, Madonna es de los artistas más importantes e influyentes de los últimos 40 años, vendiendo discos como nadie, causando revuelo con cada aparición pública, siendo una empresaria discográfica mediante su disquera Maverick (gracias a ella y a su socio Guy Oseary se descubrieron talentos como Deftones y Alanis Morissette) y como ícono de la moda (recordemos el corsé diseñado por Jean Paul Gautier utilizado en el video clip “Vogue” y en el “Blonde Ambition Tour” de 1990, por citar uno de tantos ejemplos). Pero el único ámbito donde no las ha tenido todas a su favor es con relación al cine.
Repasemos la carrera en la pantalla grande de la Material Girl por excelencia, desde sus primeros filmes hasta su trabajo como directora en fecha reciente. ¿Será que recibe malos guiones o es que no sabe actuar? Esto lo veremos a continuación.
Desesperadamente buscando a Madonna
El primer papel fue en 1979 con el film independiente “A Certain Sacrifice” del director Stephen Jon Lewicki; en él hizo el papel de Bruna, que vivía con tres “esclavos de amor”: un hombre, una mujer y un transexual. Tiempo después conoce a Dashiell y se “enamoran”. Al decirle a sus tres amantes que ya no los quiere más, éstos la atacan sexualmente –la escena causó controversia por mostrar a Madonna en topless-; luego es violada por un tercero. Como acto de venganza, Bruna instruye a sus amantes y a Dashiell para que secuestren al violador disfrazados de prostitutas, atrayéndolo a una limosina y llevándolo a un teatro abandonado para realizar un sacrificio satánico.
Esta producción de apenas 60 minutos no se estrenaría sino hasta 1985 para capitalizar en base a su fama; en ese instante ella trató de impedir su lanzamiento comprando los derechos por $5.000 sin éxito.
Pero su debut en una gran producción fue en 1985 en el film “Vision Quest” del director Harold Becker, donde hizo un brevísimo papel como cantante en un local nocturno, junto a Matthew Modine y Linda Fiorentino. Su aparición se correspondía a interpretar sus éxitos “Gambler” y “Crazy For You”. Sin embargo, el rol que pondría en el mapa a Madonna como actriz sería el de la vagabunda bohemia Susan Thomas en “Desperately Seeking Susan” de Susan Seidelman, junto a Rosanna Arquette, Aidan Quinn, Laurie Metcalf, Mark Blum y John Turturro, entre otros. El film fue realizado entre el verano y el otoño de 1984, justo antes de la fama que le trajo su disco “Like A Virgin”; así mismo, el tema musical sería también interpretado por ella: la canción “Into The Groove”.
Además de generar una taquilla de $27.3 millones y de ser considerado como “uno de los mejores filmes de 1985” por The New York Times, la actuación de Madonna fue aclamada por todos en base a la naturalidad y frescura que le aportó al personaje; loas que cambiarían radicalmente en su siguiente película.
Con la producción del ex beatle George Harrison, la dirección de Jim Goddard y co estelarizada por su esposo de entonces, Sean Penn, el film “Shanghai Surprise” de 1986 tiene a Madonna en el papel de una enfermera misionera que quiere obtener un cargamento de opio para aliviar el sufrimiento de sus pacientes, con la ayuda del personaje de Penn, y haciendo frente a otros que también desean el botín. El crítico del diario Lexington Herald-Leader diría del mismo: “Este film es malo. La actuación es terrible. El fallido guion trafica entre estereotipos y bromas ridículas. Y la trama es no existente.” Por esta producción, Madonna ganaría el premio Golden Rapsberry en su séptima entrega por Peor Actriz.
1987 sería el turno de la comedia “Who’s That Girl” dirigida por James Foley, que trata sobre una chica falsamente acusada de haber asesinado a su novio y es enviada a prisión por 7 años. Al salir, conoce a un abogado –interpretado por Griffin Dunne- quien se asegura de que suba a un autobús con destino a Filadelfia, mientras ella le convence de atrapar a quienes la incriminaron; en el proceso se enamoran el uno del otro.
Aun cuando de nuevo el tema musical era cantado por ella y el film fue estrenado en Estados Unidos en 944 salas de cine, la película fue atacada por la crítica al ser “una desgracia” según criterio de algunos. El periodista Jay Carr de The Boston Globe, al reseñar el film, diría: “En una era donde el comercio y el arte son a menudo indistinguibles, Madonna está en su elemento. Es una intérprete y una fuerte personalidad… pero no es una actriz. Ella no sabe cómo interpretar a alguien que no sea Madonna”.
El fin de la década de los 80 encontraría a la Chica Material en una película de ensamble junto a Matt Dillon, Jennifer Grey, Rutger Hauer, Randy Quaid, Esai Morales y Julie Hagerty en “Bloodhounds Of Broadway” de Howard Brookner, basado en 4 historias del escritor Damon Runyon. El film apenas recaudó $44.000 contra un presupuesto de $4 millones.
De Breathless a Evita
La nueva década encuentra a Madonna con un nuevo amor: Warren Beatty, con disco nuevo: “I’m Breathless – Music From The Motion Picture Dick Tracy”, con la gira de conciertos “Blonde Ambition Tour” y con el film de acción y comedia dirigido por Beatty basado en las historietas del detective de los años 30 creado por Chester Gould, junto a Al Pacino, Dustin Hoffman, Dick Van Dyke, Glenne Headly, Charles Durning, Catherine O’Hara, James Caan y Paul Sorvino, entre otros. En la producción interpreta a Breathless Mahoney, una rubia femme fatale cantante en un night club y testigo de varios crímenes, quien se enamora de Dick Tracy.
Aun cuando el film tuvo críticas mixtas, muchos alabaron la actuación de Madonna al ser un cruce entre chica inocente y vampiresa. En el marco de la gira mencionada, se interpretaría a sí misma para el documental “Madonna: Truth Or Dare”, mostrando un lado más humano que el que exhibe en concierto, incluyendo un par de escenas donde se encuentra en un cementerio visitando la tumba de su madre (la perdió a la edad de 7 años) y confesando que el amor de su vida era Sean Penn (dos años antes se habían divorciado luego de un matrimonio tumultuoso).
Luego de haber hecho un pequeño papel en “Shadows And Fog” de Woody Allen, vendría un nuevo turno en la comedia con el film “A League Of Their Own” de Penny Marshall y protagonizado por Tom Hanks, Geena Davis y Rosie O’Donnell; en él haría el personaje de Mae “All the Way” Mordabito, center field de un equipo de beisbol de solo mujeres que existió durante la Segunda Guerra Mundial. La película fue un éxito en taquilla y críticas, alabando la actuación coral de todos los interpretes. Pero dos años después el film “Body Of Evidence”, un thriller erótico estelarizado por ella y Willem Dafoe fue vapuleado en taquilla y críticas; en el mismo, Madonna hace el papel de Rebecca Carlson, acusada de ser la asesina de un hombre mayor mientras mantenía relaciones carnales. Por esta película ganaría su segundo premio Golden Rapsberry como Peor Actriz.
En ese 1993 se estrena “Dangerous Game” dirigido por el reconocido director Abel Ferrara con Madonna, Harvey Keitel y James Russo en un film dentro de un film, donde los dos primeros hacen de actores en un drama marital de nombre “Mother of Mirrors” mientras el tercero les dirige de una forma que pondrá en peligro su película y su matrimonio. En general, el film tuvo críticas mixtas; mientras unos reconocieron en su actuación vulnerabilidad y fortaleza, otros consideraron que parecía una “muñeca de cera”.
Entre 1995 y 1996 haría brevísimos papeles de reparto como una cantante de telegramas en “Blue In The Face” de Paul Auster y Wayne Wang, como Elspeth en el cortometraje “The Missing Ingredient” de Allison Anders que forma parte –junto con Alexandre Rockwell, Robert Rodríguez y Quentin Tarantino- del film a ocho manos “Four Rooms”, y como una jefa en la comedia “Girl 6” de Spike Lee. Luego de estos filmes llegaría el papel más importante de su carrera actoral.
Tras años en un infierno de pre producción, de diferentes directores como Ken Russell, Oliver Stone, Alan J. Pakula, Herbert Ross, Héctor Babenco, Richard Attenborough o Francis Ford Coppola, y de actrices posibles como Barbra Streisand, Liza Minelli, Karla DeVito, Elaine Paige, Meryl Streep, Glenn Close o Michelle Pfeiffer, en 1996 se estrena finalmente la versión del musical de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber “Evita”, dirigida por Alan Parker, con Madonna en el principal junto a Antonio Banderas y Jonathan Pryce. Aun cuando el film tuvo reseñas mixtas, la mayoría alabó la actuación de ella como Eva Perón; ganando el Golden Globe como Mejor Actriz en Musical o Comedia, más fue ignorada en los Oscars para una nominación a Mejor Actriz.
Entre Actuar, Producir y Dirigir
El nuevo milenio trajo a Madonna, a Rupert Everett y a Benjamín Bratt en la comedia romántica “The Next Best Thing” del director John Schlesinger. En esta producción interpreta a Abbie, una mujer heterosexual que es amiga personal de Robert, un hombre gay. Ambos deciden tener un hijo juntos. Al cabo de 5 años, se enamora de un hombre heterosexual y desea mudarse con él y con el hijo que tuvo con Robert, enfrascándose en una batalla por la custodia. Si bien la recaudación en taquilla fue “pareja”, el film fue atacado sin piedad por los críticos y Madonna ganaría su tercer premio Golden Rapsberry como Peor Actriz. Si creían que no podía repetir una mala actuación, en 2002 lo haría con creces.
“Swept Away” fue un remake del film italiano de 1974 dirigido entonces por Lina Wertmüller; en esta oportunidad por su esposo Guy Ritchie junto a Adriano Giannini, sobre una millonaria caprichosa que se queda atrapada en una isla junto a un marinero de poca educación. La recaudación total fue de apenas $1.036.520, y la crítica fue negativa por unanimidad.
El sitio web Rotten Tomatoes diría: “Fallida y sin el contexto político de la original, “Swept Away” es una prueba fehaciente de que Madonna no puede actuar”. Además de ganar un Golden Rapsberry como Peor Actriz y otro por Peor Pareja en Pantalla junto a Adriano Giannini, ganaría un tercero como Peor Actriz de Reparto por el papel de la instructora de esgrima Verity en el film número 20 de James Bond “Die Another Day”, donde también cantaría el tema principal.
Técnicamente y a la fecha, su última actuación en un film de ficción fue en el del agente 007. Desde entonces ha aparecido como ella misma en las producciones sobre sus giras de conciertos “I’m Going To Tell You A Secret” y en el recién estrenado “Madame X”, además del documental “I Am Because We Are” sobre la realidad de los huérfanos del SIDA en Malawi, África, y prestar su voz para el film de animación “Arthur and the Minimoys” de Luc Besson. Pero algo más ha incorporado en estos años: la dirección de películas.
Bajo la influencia de Guy Ritchie, Madonna se colocó detrás de las cámaras por primera vez en 2008 con el film “Filth And Wisdom”, mismo en el que también escribió el guión, que trata sobre un inmigrante ucraniano en Inglaterra que sueña con ser estrella de rock mientras se rebusca siendo una dominatrix travesti, que convive con dos compañeras de alquiler: una, bailarina de ballet que trabaja como stripper; la otra, una asistente farmacéutica que sueña con ir a África para ayudar a niños hambrientos. Las reseñas fueron negativas por consenso; el crítico Peter Bradshaw del diario The Telegram diría: “Bueno, tenía que pasar. Madonna ha sido una actriz terrible en muchos, muchos films y ahora – ferozmente aspiracional como de costumbre – se ha graduado en ser una terrible directora”.
Su segundo proyecto, “W.E.”, trata sobre dos mujeres separadas por 60 años, protagonizadas por Abbie Cornish y Andrea Risenborough, donde en 1998 una mujer solitaria de Nueva York se obsesiona con la abdicación del Rey Eduardo VIII de Inglaterra para casarse con Wallis Simpson y mientras averigua sobre sus vidas, descubre que la relación de ellos no era tan perfecta como pensaba; la película hace flashbacks entre tiempos para mostrar las dos vidas paralelas. Al igual que en su debut directoral, fue un fracaso en taquilla y en críticas. Si bien algunas actuaciones fueron alabadas, en especial la de Risenborough, en general fue catalogado de vacío, más pendiente de la estética que de la trama, y un comercial de artículos y modas de lujo destinado a mujeres jóvenes. Un crítico de la revista New York diría en tono sarcástico si “W.E.” sería contendiente para los premios Golden Rapsberrys.
En resumen, salvo por algún que otro papel destacado, la relación de Madonna con el cine ha sido accidentada por decir lo menos. Ciertamente su talento ha mejorado en algunos roles, pero en general han sido los malos guiones y las aproximaciones fallidas hacia los personajes lo que le ha costado el reconocimiento como una actriz seria y competente, para no ahondar más en su breve carrera como directora. Aun creemos que todavía no ha recibido el guión que la haga brillar frente y detrás de las cámaras, que eche por la borda todas las malas críticas que ha tenido.
¿Ganará Madonna alguna vez el Oscar como Mejor Actriz o como Mejor Directora? Esperemos a ver.