Al llegar a la capital española todos comentaban que si me había gustado Barcelona, Madrid me iba a sorprender.
La Gran Vía es lo más parecido que tiene Europa a la quinta avenida de New York, la Gran Manzana americana. Ver los anuncios de las tiendas de cuatro pisos y un mar de gente para perderse es toda una experiencia.
Si te encuentras en la Gran Vía y tienes ganas de darte un cheat meal, la burger de Five Guys hará volar tus sentidos. En Madrid come tapas, en serio, no es un cliché para turistas, entra y pide todas las tapas que tu estomago pueda procesar.
Reserva otro día de hambre para el barrio de Lavapies y atrévete a probar comida india; con tan solo degustar el pan antes de pedir la comida descubrirás que lo que sigue será excelente.
El parque El Retiro es el verdadero imperdible de Madrid. No importa que no te guste acostarte sobre la grama, es tan grande que podrás encontrar un lugar para disfrutarlo. No hace falta que sea un must go planeado. Si vas en verano y te da sed, no te preocupes, los pakis te salvarán con un poco de agua e incluso un cerveza fría.
En cuanto a la vida nocturna Madrid es conocida por ser una cuidad que nunca duerme, excepto los martes, es el único día de la semana en que no encontrarás una fiesta decente, aprovecha este día para probar la sidra en La Tita Rivera; es un lugar acogedor que produce su propia sidra, un licor a base de manzana con sabor distintos.
Recomendación TendencyBook: La sidra de Fresa.
Los otros seis días de la semana puedes ir a Mondo, una gran discoteca de música electrónica. Pero el verdadero must go nocturno es Goya, un social club bastante privé con un ambiente para amanecer.
Madrid es una cuidad para vivir, llena de bares temáticos y preciosas calles. Una semana no es suficiente para conocer todas las sorpresas que la capital de España esconde.
