Las medias pantys, calzas, pantimedias o mallas, son una prenda que nos ha acompañado con el pasar del tiempo. Esta pieza apareció por una necesidad y trascendió con personalidad.
Como muchas piezas en la moda, en sus inicios era llevada solo por hombres. Los primeros caballeros en usarlas fueron los de Mesopotamia hace 2200 años, luego los soldados romanos las convirtieron en piezas fundamentales de su vestimenta para protegerse del frío. Después, en la época medieval, estas eran utilizadas por los hombres de la nobleza ya que las medias eran símbolo de clase y riqueza.
Las calzas al principio estaban hechas de seda, luego de nylon y después de licra, las puedes conseguir hoy en día en cualquiera de estos materiales. En los años 20 este accesorio era el favorito de las Flappers.
Uno de los mayores acontecimientos de las medias pantys fue cuando el 15 de mayo de 1940, aparecieron en Nueva York. Se desató una locura y se agotaron en pocos días, vendiendo 4 millones de medias con el argumento de que no se romperían porque estaban hechas de nylon o “Seda Sintética”.
Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el nailon era utilizado netamente con fines militares para la realización de paracaídas y neumáticos, por lo tanto cesó la fabricación de las medias. Sin embargo, como nos ha enseñado el dicho “primero muerta que sencilla”, las mujeres de la época se las ingeniaron para tratar de mantener viva la esencia de esta prenda; se teñían las piernas y pintaban las costuras para simular la media, ¿se lo pueden imaginar?
Las pantys son conocidas como una prenda femenina que se ha caracterizado por transmitir clase, sensualidad y elegancia. Fue utilizada en su época con largos y grandes vestidos, donde las mujeres no podían mostrar piel y el único coqueteo o insinuación que existía era mostrar un poco de los tobillos, dejando a la vista las medias.
Con la revolución femenina aún se siguen utilizando medias, estas marcan la silueta perfectamente, protegen del frío y se han convertido en un accesorio para realzar y elevar tu atuendo. Muestra de esto era la icónica Marilyn Monroe, a la que le encantaba utilizar mallas y mostrar su jocosa y sensual personalidad a través de ellas.
Nunca han faltado, ni deben faltar, en el guardarropa de toda mujer. Existe una para cada estilo u ocasión, combinan con todo y están desde las más clásicas hasta las más irreverentes.
Pero eso sí, para nadie es un secreto que son prendas delicadas ¿A quién no le ha pasado que se rompen o dañan en el primer uso? O simplemente esas medias favoritas se estropean sin saber el por qué. Las pantys anticarreras (desmalle) son las más duraderas, pero igual te dejaré unos consejos para el cuidado de las apreciadas medias.
Tips para el cuidado de Medias
- Lavar a mano con agua fría y jabón neutro.
- Sécalas bajo la sombra.
- Prohibido meterlas en lavadora y secadora.
- Dile NO a los suavizantes.
- No las guardes húmedas, ocasionan hongos.
- Evita que hagan contacto con cremas, aceites o cualquier otro producto químico o cosmético.
- Lo más importante, toma tu tiempo para colocártelas. En el apuro casi siempre se enganchan de las uñas o accesorios.
Entre tantos mitos, se dice que si eres de piernas gruesas las medias de colores oscuros son las mejores para estilizarte y por el contrario si eres de piernas delgadas es mejor utilizar colores brillantes y con diseños.
Pero como en la moda se rompen reglas y eso nos encanta, podemos utilizar las medias pantys que queramos, con faldas, vestidos, shorts y hasta debajo del pantalón. Existen muchísimos modelos, colores, texturas, estampados e infinidad de accesorios para convertirlas en las protagonistas del look ¿Te atreves a utilizarlas? Cuéntanos cuáles son tus combinaciones.