Como cada primer lunes del mes de mayo, Nueva York se vistió de gala para vivir la noche más esperada de la moda, la alfombra roja del Met Gala, que vienen siendo, más o menos, los Oscars de esta industria. Este año la temática giraba en torno a la Era Dorada de Estados Unidos en los años comprendidos entre 1880 y 1890, por lo que el código de vestimenta debía derrochar glamour a niveles teatrales y esto fue lo que vimos.
Lo primero en captar la atención de los asistentes y el mundo en general fue la icónica Blake Lively junto a su marido Ryan Reynolds, quienes fueron los co-anfitriones de la noche, en su llegada Lively lució un despampanante vestido de la firma Versace en tonos cobrizos rosáceos hasta que la magia se hizo presente y en un movimiento audaz del protocolo, el vestido amplió su cola transformándose en un perfecto verde agua que recordaba la majestuosidad del ícono de la ciudad, la Estatua de la Libertad.
Desde ese momento, los atuendos memorables no se hicieron esperar, entre ellos el de la protagonista de The Crown, Emma Corin quien gracias a Miu Miu reinterpretó la época Dorada haciendo homenaje a Evander Berry Wall, un excéntrico personaje de la alta sociedad neoyorkina del siglo XIV, así mismo Oscar Issac jugó también con las normas de género con un vestido con un trampantojo que simula un frac de Thom Browne, mientras Lenny Kravitz fiel a su estilo irreverente asistió con un vestido de cuero y encaje similar a los corsés de antaño.
Por otra parte, no todo fue glamour y sí un poco de mensaje subyacente, Riz Ahmed, músico, actor y activista británico, lució un sencillo look de Prada, chaqueta holgada, camisetas y botas altas hacían guiño a los ‘trabajadores inmigrantes que sostuvieron a la Era Dorada’ así lo reveló a los periodistas. Además de un tinte político también hubo un momento glorioso de maternidad, gracias a Sophie Turner, quien espera a su segundo hijo y lucía un estilismo un tanto dark bajo la firma de Louis Vuitton.
Quienes se robaron las miradas por ostentación y lujo fueron Kai Gerber, Gigi Hadid, Alicia Keys y la modelo Anokyai, mientras que las hermanas Kardashian Jenner siguieron dando de qué hablar cada una por optar por un estilo tan diferente, Kim Kardashian lució una réplica del icónico vestido dorado de Marilyn Monroe, mientras la hermana pequeña iba de novia a la fuga de la fima Off-White; por otra parte, Kendall arrasó con un vestido de Prada estrafalario y un estilismo que aún estamos procesando.