Si no sabes quién es Marie Kondo y por qué es tan famosa, es que has vivido debajo de una piedra todo este tiempo. La nipona ahora “Netflix sensation” ha trabajado por años en ser experta organizacional de espacios y closet cambiándole la vida a todo quien experimenta en primera persona o como es mi caso, desde la distancia y gracias al maravilloso Internet, los efectos más inmediatos de su estilo de vida tan increíble y los que sin querer ni saber era adicta y seguidora hace mucho tiempo.
Marie Kondo propone orden, simplicidad y empatía con tus cosas y espacios básicamente.
Hay una manera específica de doblar y guardar las cosas y ropa. Los zapatos deben ordenarse al igual que las cosas por orden de tamaño y frecuencia de uso.
Un tip súper importante que ella brinda al público en general es el tema emocionalidad con la ropa. Si una prenda te trae nostalgia, te hace rabiar, te genera frustración: es hora de que salga de tu closet. Cada prenda que se quede contigo, así mismo como las que se van, al final de esta suerte de ceremonia que es este método de organización debe recibir tu agradecimiento por lo que hace e hizo por ti. Marie sabiamente pregunta: “¿Te gustaría ser estrujada y maltratada en un rincón como lo haces con tus camisas por ejemplo? Entonces es momento de parar este pésimo hábito con cada cosa que compone tu closet”.
Nosotros quienes somos de talla grande, le agregamos sin querer y sin saber una carga emocional a la ropa de proporciones enormes. Solemos tener hábitos de compra nada saludables, pocas veces efectivos. Compramos muchas veces cosas para “inspirarnos” que no son de nuestra talla y nunca lo van a ser, poniéndonos en un plano emocional poco recomendable. Solemos comprar cosas de pésima calidad porque es lo único que hay, pocas veces solemos tratar nuestra ropa con el extremo cuidado que merece, y puedo seguir cómodamente con la lista… en todo esto, este sistema organizacional es tremendamente positivo, educacional y terapéutico.
Comencé hace algunos días a organizar mis espacios con este método, aunque confieso por temas de tiempo no haberme leído aún todo el libro de Marie, sin embargo no ha hecho falta para ver casi de forma instantánea el poder transformador de su famoso método en mi closet. Decirles que son dos closets totalmente diferentes no sería exagerarles…
Si bien es cierto que en nuestros países no existen esas estructuras en nuestras casas tan prolijas y de una estética tan minimalista como en donde se graba la serie de Netflix de Marie Kondo, y que con una casa y closet ya mantenido así desde hace años, como es el caso de todos nosotros, aún y así, puede verse la extrema diferencia una vez que comencemos a limpiar y organizar tal y como ella lo indica en su libro.
Ciertamente, como muchos advierten y comentan, en el proceso puedes tener algunos momentos de desesperación y ansiedad, porque en esa dinámica natural de todos de acumular cosas a lo largo de la vida, cuando veamos tanta ropa, zapatos, accesorios y demás podemos vernos agobiados e inmersos en esa montaña de cosas y por momentos pensar que no vamos a terminar jamás. Pasará, y organizarás todo. Te doy mi palabra.
Mi abuelo materno solía decir –muy sabiamente- que el polvo y el desorden eran síntomas de pobreza, mediocridad y que por el contrario, una persona pulcra y organizada era indicio de una persona evolucionada, progresista, y rica (y no, no hablo de riqueza económica). Tener espacios limpios, organizados y tener una vida estructurada habla mucho de nosotros, además del agregado invaluable de nuestro tiempo, cosa que la dinámica organizacional que apliquemos será fundamental.
Mi proceso de re-estructuración aún no termina, algunos pendientes me han retrasado la jornada, sin embargo ya falta poco para estar al 100% lista y presta con este aliciente y nueva visión, seguir encaminando y mejorando el cómo llevo mis espacios, y mi vida.
“La magia del orden” de Marie Kondo es un tributo al buen vivir aspiracional que me gusta transmitir a todos y cada uno de ustedes, libro y estilo de vida que sin duda alguna hoy recomiendo para un nuevo renacer.
¡Hasta la próxima!
