No es un secreto que la cadena de dibujos animados Disney ha empezado a romper con los estereotipos que caracterizaban sus películas: amor a primera vista; el beso del príncipe salva a la princesa; los villanos son los que visten de negro…
Pero desde el estreno de La Princesa y El Sapo, Disney nos enseñó que la raza no importa y que el trabajo duro será una garantía para lograr cualquier cosa que te propongas; Frozen nos enseñó que el amor verdadero no es solo el que te da el amor de tu vida, sino que el amor de hermanas es incluso más poderoso y Zootopía, nos anima a no dejarnos llevar por las apariencias y que incluso el más astuto lobo puede ser un gran amigo.
El último largometraje de Disney, Moana, Un mar de aventuras, no es la excepción. Esta película animada nos enseña a ser valientes. Como personas grandes, sabemos que la valentía es mucho más que tomar un barco y navegar hasta encontrar la piedra que salvará a la Isla.
La valentía que expone Moana implica mucha más fuerza; ella demuestra ser capaz de luchar por lo que cree, que no se rinde porque no sólo se fallará a ella misma, sino a su pueblo y a la gente que quiere.
Es una película que no puedes dejar de ver. Su música te pondrá la piel de gallina y si eres de fácil llorar, prepara tus pañuelos porque esta isleña te enseñará más de lo que imaginas.
