La moda apuesta por la diversidad por Michelle Santos Uzcategui

A pocos días de terminar este mes de la moda, más allá de quedarnos con las tendencias de la próxima temporada, es necesario resaltar la revolución que ocurrió con referencia a la diversidad de cuerpos. Porque aunque aún sorprenda a muchos, hay ciertas cosas que ya damos por sentado.

Como por ejemplo que los estampados ya no son estrictamente para una época del año. Actualmente podemos usar flores y rayas en invierno; cuadros y animal print en verano. No hay límites en ese sentido. Entonces, en cuanto a romper esquemas de estampados y colores, hemos marcado un check gigante.

Por otro lado, tenemos el hecho de verlo ahora, comprarlo ahora (el popular see now, buy now) que, aunque no ha sido practicado por algunas de las grandes casas –todavía-, es una metodología en crecimiento que, definitivamente y para la tristeza de muchos, sí ha afectado el sistema regular de cómo funciona la moda. El momento es ahora y no queremos esperar seis meses para tener lo que estamos viendo.

Por ahí tenemos otro check, menos grande en comparación con todas las reglas que se rompen con respecto a los colores y estampados, pero va en camino a igualarlo. Entonces sí, adiós a limitarnos en cuanto a qué prints y tonos usar, adiós a la espera, y ahora… ¿adiós a los estereotipos de cuerpos y género?

Ya hemos visto que existe un movimiento bastante considerable de modelos curvy en la industria. También se ha hablado mucho del gender fluid. Lo habíamos notado en pasarelas un par de veces, pero una pequeña revolución ha explotado en la ciudad de Nueva York hace par de semanas y ha causado mucho revuelo y debate… ¿qué tan apropiadas son las modelos con curvas para las pasarelas?

La revolución nació en Nueva York

El caso a destacar es el de Christian Siriano, calificado por Entorno Inteligente como “el diseñador de las mujeres que nadie más quiere vestir.”. Porque se atrevió tener en su desfile a modelos de todas las tallas, razas y tamaños. De hecho, hasta tuvo a un hombre vestido con un diseño femenino. Muy a lo Palomo Spain, pero llevado a cabo de manera ligeramente distinta.

Heidi Klum fue otra que se unió de forma tajante a dicho atrevimiento. Presentó una colección en colaboración con Esmara y con el objetivo de presentar moda funcional, también llenó su show de mujeres con todo tipo y gustos. Asimismo, hubo par de desfiles que incluyeron a Ashley Graham (popular modelo curvy) en sus pasarelas.

Nueva York se caracteriza por ser la ciudad más urbana, moderna y quizás la más irreverente y rebelde. Es como la hermana pequeña de las fashion weeks. Esa a la que los padres le permiten hacer de todo porque ya se cansaron de criar. Probablemente esa sea la justificación para muchas de las ideas que surgen entre las firmas que se presentan en la capital del mundo.

Si en febrero la política desplazó a la moda en Nueva York, este septiembre ésta se vengó y tuvo todo el protagonismo, pero desde una perspectiva bastante revolucionaria. Muy juvenil a pesar de que sus tendencias nos llevan a décadas pasadas. No obstante, ¿qué tan contagioso es ese aire de diversidad de cuerpos?

Dolce & Gabbana hizo algo seudo parecido en el pasado mes de la moda otoño/invierno, cuando decidió que sus modelos serían sustituidas por influencers. Se supone que éstos son personas “reales”, el verdadero público al que se dirige la moda. Pero todos sabemos que hasta en el área influencer tenemos estereotipos y los que desfilaron en Milán el pasado febrero, están más cerca de ser un modelo-gancho que las modelos curvy que utilizó Siriano en su pasarela.

A una gran mayoría le parece una apuesta muy inteligente este pequeño aire de diversidad de cuerpos que está azotando la moda. O por lo menos que azotó a Nueva York. A otros no tanto. Tampoco se habló más de ello en las otras ciudades. Se puede decir que se mantuvieron al margen.

Hay que recordar que el tema de tener un gancho como modelo es exhibir el diseño tal y como es. Resultaría complicado adaptarlo a otro tipo de cuerpo. Se tiene que manejar de manera distinta para que quede bien. No obstante, es lograble y aplaudible. Pero… ¿será que París, cuna de la moda, se unirá a esto de la diversidad? Cuando eso pase estaremos viendo los verdaderos resultados de ese “cambio” en los estereotipos.

Por Michelle Santos Uzcategui 

Michelle Santos Uzcátegui
Fashion, Travels & Lifestyle and Content creator telling stories
TendencyBook