Moda y política: el mensaje está en los detalles

Moda y política, el mensaje esta en los detalles

Los políticos nunca dejan nada al azar, todo está calculado al dedillo, porque si tienen algo claro en esta vida es que la importancia está en los detalles. La moda en la política es un asunto muy serio que engloba una serie de códigos que a simple vista no podemos descifrar pero que sí percibimos al punto de sentirnos más o menos atraídos a ellos.

Veamos, la política es uno de esos territorios «dominados por hombres» en el que la presencia femenina nunca ha tenido la voz cantante, para las mujeres que nos tocó vivir en este siglo, a pesar de la desigualdad que aún existe hemos podido ver cómo la política dejó de ser un juego exclusivo para ellos. 

Su intelecto e ingenio las ha llevado a tener puestos de auténtico poder sin valerse de los beneficios que pueda traer la imitación. Con ello queremos decir que, estas mujeres reinventan los códigos masculinos, utilizando de manera magistral los símbolos que minimizan a las mujeres a su favor. 

Un claro ejemplo es el de Margaret Thatcher en 1990, cuando es nombrada la primera ministra del Reino Unido y la cuarta en el mundo en ostentar una jefatura de estado. Algo que caracterizaba su imagen era el uso frecuente de los trajes de sastre en tonos azul diplomático, color de base para el partido conservador.

Lo que podría resultar un código de vestir masculino fue convertido en símbolo de la feminidad empoderada, a pesar de lo sobrio de la elección, pues Thatcher enfatizó el atuendo con el uso de las perlas, moños al cuello y broches.

Otro nombre destacable en ostentar un puesto de gran envergadura es el de Christine Lagarde, ex directora del Fondo Monetario Internacional del 2011 al 2019 y actual presidenta del Banco Central Europeo, por su parte ha demostrado que la nacionalidad juega un puesto importante en la opinión pública sobre el vestir de la política.

Su ascendencia francesa es quizá la responsable de su gusto por las marcas de alta gama y lujo como Chanel, su manera de vestir sobria y de buen gusto se fundamenta en paletas de colores grises y tonos neutros, enviando mensajes ocultos a través de su accesorio más importante, la mascada. Este es el punto de color que utiliza y dependiendo de qué tan apretada lleve la prenda será sinónimo de fortaleza o cercanía, mientras que el uso de joyería representa un estatus político y no social.

Otra figura de gran relevancia en el mundo y la política es la de Michelle Obama, la ex primera dama de Estados Unidos siempre fue una entusiasta de llevar prendas made in USA. Nombres emergentes como el de Jason Wu, Christiano Siriano o Brandon Maxwell siguen acompañando a una de las mujeres más queridas por los norteamericanos.

Un hecho relevante es su aparición en una cena de estado en Reino Unido cuando llevaba un atuendo de Tom Ford, ¿la razón? Esta marca americana está basada en Londres, y es una de las más costosas, razón por la cual resultaba ideal para cenar con su majestad la reina de Inglaterra. En palabras de Ford quien nunca ha sentido un gran interés por vestir políticos expresó sobre su ropa: «es muy cara, y no lo digo en un mal sentido… pero si quieres identificarte con todos, no deberías usar ropa tan cara”.

Como ves, la política nunca deja un cabo suelto así que si somos lo suficientemente observadores podremos desentrañar lo que se esconde debajo de la superficie de un buen discurso ensayado.

Alexandra Hidalgo
Disfruto del orden que habita en el caos de ahí mi amor por la moda, la fotografía, los libros y mis peleas con lo absurdo.
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