El considerable aumento en la demanda de alimentos, aunado a la necesidad de producir semillas de mejor calidad, más rápido y con mejor adaptación a las diferentes condiciones ambientales, plantea un nuevo desafío. Aquí es cuando entra el juego tecnológico, con toda su experiencia en materia de genética de alimentos.
La Unidad Integrada INTA-UNNOBA (Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires) trabaja en el desarrollo de una técnica para producir maíces doble haploides (DH). ¿Qué son estos? Un maíz DH es un genotipo que se forma cuando las células haploides, las que contienen un solo juego de cromosomas n=10, en el caso del maíz, experimentan un proceso de duplicación cromosómica 2n=20, es decir, se recupera la cantidad de cromosomas normal de las células.
¿Qué ventajas aporta este proceso?
El biotecnólogo Gerardo Giomi, asegura que una de las principales ventajas de este proceso es que acorta el ciclo de mejoramiento en forma importante. «Esto hace posible que en dos o tres generaciones podamos tener líneas con mayor pureza genética».
Las implicaciones de la tecnología en la agricultura
Los avances tecnológicos abordan, cada vez más, todos los ámbitos de nuestra vida. Estamos ahora ante la posibilidad de poner robots a fumigar los sembradíos, con la mayor precisión que la tecnología permite, como también podemos manipular genéticamente semillas y células de alimentos.
Uno de los empresarios más importantes del mundo, Bill Gates. Igualmente conocido por su poder filantrópico y, además, la gran fortuna que lo acompaña. Está impulsando y financiando iniciativas que busquen nuevas alternativas al consumo humano. Un ejemplo de ello es la empresa Beyond Meat, en la que no solamente invierte el multimillonario Gates, sino también Leonardo Di Caprio.
La empresa está especializada en la venta a supermercados, a los que provee de hamburguesas, salchichas y otros productos «cárnicos», con la salvedad que son elaborados totalmente con vegetales pero con el color, la textura y el sabor de la carne.