Por Marianella Salazar.
En toda mi vida no he conocido una sola mujer que no sienta debilidad por los perfumes, está inscrito en el genoma de todas las féminas y corre por nuestras venas como una necesidad de ensoñación. Elegirlo es una experiencia sensual y profundamente personal, requiere de un gusto muy definido, y eso, en un mundo de tanta complejidad, cuando no es innato se puede obtener con la experiencia. Así que, cuando una es enteramente dueña de sí misma el perfume que te seduce es el que más conecta con tu personalidad y te crea esa indescifrable sensación de bienestar.
En lo personal, me encanta adivinar las notas cuando entran en contacto con la piel, es una experiencia muy lúdica, me pasa lo mismo cada vez que estoy ante una comida exquisita, me gusta percibir sus aromas y descubrir en el paladar cuales son las especies o las hierbas que perfuman razonablemente ese plato. Se trata de un ejercicio de armonías, de desarrollar los sentidos, es algo placentero que se practica con la edad, porque los sabores, tanto como los aromas son las puertas directas a los recuerdos, sobre todo, cuando se tiene una historia que se desea compartir o evocar en la más estricta intimidad.
Desde ese punto de vista, la fisiología del olfato sigue siendo un misterio: el olor puede ser fugaz, desvanecerse como un espectro o ser abrumador en magnitud. La nueva fragancia de Bvlgari, Omnia Paraíba, sí que nos despierta una fascinación irresistible, sus notas fusionan los aromas de la gardenia brasileña y de la pasiflora con la maracuyá -mejor conocida como la fruta de la pasión-, además, tiene un fondo sutil de semillas de cacao y esencia de vetiver. Una combinación indescriptible. Omnia Paraíba, es un perfume diferente, que transpira sensualidad y se lleva como una joya. No solo es el encanto de tener una excitante fragancia, también es el frasco que la contiene, color turquesa, que evoca el significado místico de la turmalina de Paraíba, una piedra que despide la luz maravillosa que solo puede contemplarse en un paraíso tropical como el de Brasil.
La botella de Omnia Paraíba está inspirada en la mágica naturaleza de esa tierra voluptuosa que mira hacia un mar que abarca todas las gamas de azules y verdes. Es un objeto de culto, su diseño rememora las sinuosas curvas de las ensenadas, subrayadas de playas blancas y deslumbrantes que tiene Brasil. Tierra bendita, que además de una tentadora variedad de flores y frutos exóticos, nos ofrece las más alucinantes piedras preciosas.
El lujo resume a esta nueva fragancia de la casa italiana de alta joyería, Bvlgari, que enriquece el ritual femenino de aplicar el perfume en el itinerario amoroso del no siempre obligado recorrido corporal y proporciona un deleite tal, cuya exuberancia no podrá dejar a nadie indiferente.